3 puntos clave para mejorar tu estilo de vida

3 puntos clave para mejorar tu estilo de vida

3 puntos para conseguir un estilo de vida saludable

Seguro que quieres hacer más deporte. O quizá sientas que necesitas alimentarte mejor. En definitiva, no acabas de estar a gusto con el estilo de vida que llevas. Pero, ¿sabes exactamente cómo conseguir ese estilo de vida saludable? 

Porque dicho así, parece que es algo casi abstracto; algo que todos queremos conseguir pero no sabemos qué acciones concretas tomar para llegar al mismo.

Te cuento en qué 3 pilares debes focalizarte para ir desgranando acciones que te ayudarán a ser esa healthy people que deseas.

1- Alimentación:

Obvio, cómo una nutricionista no iba a empezar por el plato? 😉

Aliméntate con comida, con alimentos, no con productos. Que tu plato sea sobre todo vegetal, dale al verde y también a otros vegetales de color (cuanto más color tenga tu plato, mejor). No vamos a entrar en detalles porque esto sería un artículo extremamente largo (y aburrido), pero sea cual sea tu opción dietética, procura que sea muy rica en vegetales. Si formas parte del Club V.I.P., por ejemplo, cada semana recibes menús adaptados a tus preferencias y es una forma muy sencilla y práctica de aprender a comer bien.

Cuidado con los reduccionismos nutricionales que apuestan por las virtudes milagrosas de un producto: por ejemplo, el súper aguacate, la súper chía o el súper kèfir. No te alucines, eso son detalles que completan tu dieta, pero los fundamentos deben ser más cuerdos, sostenibles y sencillos.

2- Movimiento:

Ahí, te lo digo clarito: ¿eres una planta o un animal? Pues muévete. La OMS clasifica la inactividad física como la 4ª causa de muerte en el mundo. Moverse es salud. ¡Y punto!

El primer paso antes de intentar iniciarte en un deporte es incluir la actividad física en tu día a día. O sea, muévete, camina más, no estés más de una hora seguida sentado/a, haz la compra sin coche, etc. Una vez ya te has desempolvado un poco el abrigo del sedentarismo, entonces sí es momento de iniciarse en algún deporte. ¿El ideal? Aquél que te enganche, que te guste, que te haga pasar un buen rato. 

3- Felicidad:

¿Qué fácil verdad, que te digan que tienes que ser feliz? ¡Cómo si fuera tan sencillo! Pero oye, te aseguro que si te lo curras, lo vas a ser. 

Intenta recordar todo aquello que te gusta, que disfrutas, por pequeño e insignificante que parezca. La felicidad se encuentra en todos los rincones y recovecos de nuestro día a día: esa ducha calentita con aceites esenciales, ese café en solitario cuando todos duermen, esas risas con tus amigos/as los jueves por la tarde, esos ratos pintando con acuarelas… ¡incluso esos cinco minutos más en la cama desafiando al despertador! 

Todo eso nos hace feliz. 

    Piensa, de estos tres puntos, ¿en cuál flaqueas más? ¿Qué acción puedes mejorar de cada uno de ellos? Empieza por pequeños pasitos, y verás que en menos que canta un gallo ya sabes qué es eso del «estilo de vida saludable».

    ¿Por qué no adelgazo?

    ¿Por qué no adelgazo?

    Presa de las dietas

    Esto es un no parar. Empiezas en la adolescencia, o sobre los veintipico, o en la treintena…y toda la vida estás a dieta. Ojo, hablo sólo o principalmente de las mujeres. Quizás has probado ya de todo, batidos, detox, y dietas con nombres de lo más variopintos. En el restaurante siempre te pides ensalada y, a lo sumo, algo de plancha de segundo. Y no adelgazas ni a tiros.

    Tu caso es el de la «dietoadicta» y que lo sepas, formas parte de un negocio muy rentable para todas las empresas que viven de tus quilos: farmacéuticas, alimentarias y sí, también empresas que se dedican a hacerte perder peso con mucho dinero de por medio y poco esfuerzo por tu parte. Eso vende que te mueres (lo de «poco esfuerzo», digo).

    Toda tu vida a dieta y las pruebas todas, las de la consulta más chic de la ciudad hasta la que te pasa la vecina o lees en la revista de la pelu. Y tu te dices, ¿por qué no adelgazo?

    Lo que no debes hacer.

    Si quieres perder peso y no hay forma humana de conseguirlo, te voy a contar lo que jamás tienes que hacer y siempre te han dicho que hicieras:

    1- No cuentes calorías. Como dice el anuncio aquél, «la vida no está hecha para contar calorías», ¿verdad? Pero te voy a decir por qué no debes darle tanta importancia a las calorías, y esto te va a sorprender: el hecho de contar calorías es pasarle la pelota a la dieta. Y la dieta no tiene la culpa de que no adelgaces: tú eres la única responsable de tu salud. No pruebes más dietas, ellas no te van a adelgazar. Toma tú el control de la situación. Fíjate en esta figura todos los factores que están relacionados con la obesidad:

    2- No te pases a lo light. Sé que temes a la grasa, pero de verdad verdadera, la grasa no engorda. Es más, como esxpliqué en este artículo, la necesitas. Olvídate de los desnatados y lights y come comida real.

    3- No picotees ni hagas tropocientasmil ingestas al día (ni 5). En el artículo de la semana pasada ya te conté por qué no debes comer cada 3 horas pero ahora doy un paso más: si comes poco en las comidas principales, vas a estar todo el día picoteando y, para más inri, tu sistema nervioso simpático no se activará, o sea, que en todo el día no quemarás ni un miligramo de grasa. Comer poco y a menudo, engorda.

    4- No hagas dieta. En serio, ya así, de bote pronto, la palabra «dieta» pone los pelos de punta, porque lleva implícito sufrimiento, hambre, obligación, etc. En mi consulta nadie hace dietas. Comemos comida, aprendemos cuáles son las mejores fuentes de hidratos para saciarnos y dejamos de temer a las grasas. Y de verdad te digo, que disfrutamos comiendo. Ah, y como «no hacemos dieta», si tenemos un bodorrio, o una paella o simplemente nos apetece alguna «guarranada» de vez en cuando, pues lo hacemos con disfrute. Y aquí no ha pasado nada.

    Recupera tu salud

    Obsesionarte con el peso deseado va a frustrarte. No lo hagas porque terminarás con tu paciencia y tu motivación inicial se esfumará en un periquete. Hazlo al revés: disfruta del momento de cuidarte. Disfruta, aprecia, agradece el placer de preparar tu comida sana, felicítate cada vez que vas al gimnasio, etc. Celebra el momento actual, el esfuerzo, no lo que quieres conseguir.

    Y olvídate de las dietas. Te lo he dicho más de una vez… sé que soy peor que el ajo, pero es que no hay otra. Cuidate: come comida real sin procesados, muévete cada día y haz cosas que te hagan feliz. Eso, cuidarte, es amarte. Yo siempre he pensado que en esta vida me ha tocado un cuerpo, y tengo que ser consciente del estado del mismo, y responsabilizarme para cuidarlo y amarlo. ¿Quién si no lo va a hacer?

    Tu sobrepeso u obesidad es un efecto secundario de unos hábitos de vida no saludables. ¡Pero el tratamiento es gratis y sin contraindicaciones!: se trata simplemente de dedicar unos minutos cada día a cuidarte.

    Cambia tu forma de comer (aquí te explico cómo hacerlo), de pensar, de moverte, de vivir… y el sobrepeso desaparecerá.

    Ya es hora de que dejes de sentirte agobiada y perseguida por cánones de belleza que no puedes alcanzar. Asume la responsabilidad de tu peso y de tu salud, y si crees que es el momento, y necesitas mi apoyo yo seré tu guía para que consigas tu objetivo de sentirte más bonita, más feliz y más sana.

    ¿Cuántos de esos «errores» cometes? ¿Te atreves a cambiarlos?
    Come grasa y sé feliz

    Come grasa y sé feliz

    Miedo a la grasa. Había una vez, en un lugar no muy lejano, un pueblo que creía que su planeta, la Tierra, era plano. Alguien dijo que en realidad el planeta era redondo... y casi lo queman en la hoguera. En realidad no sé quién fue el genio, porque Galileo Galilei,...

    leer más
    5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre

    5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre

    Venga, dílo: ¿Qué tiene de arte el ir de vientre? Pues mira, creo que entre que media humanidad va estreñida, o va demasiado, o tiene gases, o no va… Y entre todo lo que se está avanzando en cuanto a los descubrimientos sobre la parte de tu aparato digestivo que llega a su fin… la verdad, casi casi que ir de vientre se convierte en todo un arte. ¡Cucha!, que no todo el mundo sabe ir y sabe hacerlo bien, ¿a que no?

    Bueno, pues en esas estamos. La semana pasada te di las primeras pautas para activar tus defensas, y si escuchaste bien el podcast deberías de haber entendido que tu intestino tiene muchísimo que decir acerca de tu batalla contra los virus. Así que, se me ha ocurrido hablar más profundamente sobre este escatológico y apasionante tema, porque segurísimo que te voy a ayudar… y sorprender.

    Contigo, el «5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre»:

    1.Tu intestino está en estrecha relación con tu sistema inmune: el 80% de éste se encuentra en el primero. En él, en el intestino, se haya el escenario principal de las bacterias, que se sitúan en un depósito delimitado, la mucosa intestinal (y no se acercan amenazadoras a nuestras células). El sistema inmunitario puede jugar ahí sus batallas sin que haya peligro alguno para nuestro organismo. Cúidalo, te protegerá.

    2. La estrechísima relación que hay entre tu intestino y… tus emociones. El experimento de los ratones que nadan es el más relevante en el campo de la investigación en depresión y motivación. Se trató de observar cuánto tiempo nadaban unos ratones metidos en un vaso circular lleno de agua… hasta llegar a la otra orilla (orilla que, como el vaso era circular, no llegaba nunca). ¿Cruel? Sí, como todos los experimentos con animales. Pero a lo que voy: Alimentaron con bacterias probióticas la mitad de los ratones, y observaron que éstos estaban más motivados a seguir nadando que sus compañeros no suplementados. El grupo suplementado, además, obtuvo mejores resultados en las pruebas de memória y aprendizaje, y tenía menos hormonas de estrés en sangre. Adicionalmente, cuando se los cortaba el nervio vago (el que va directamente de tu intestino a tu cerebro), desaparecían las diferencias entre los grupos de ratones. Ámalo, te hará feliz.

    3. Sensibilidad al gluten no celíaca y otras intolerancias alimentarias. A los cereales no les gusta que se los coman. Por eso cuando te comes un cereal, éste suelta una pequeña cantidad de saponinas y lectinas, que no hacen otra cosa que inflamar tu intestino. En tu interior, el gluten puede viajar sin ser digerido en parte a través de las células intestinales. De esta forma las proteínas del trigo llengan a zonas donde no deberían de llegar. Esto, tampoco le gusta a tu sistema inmunitario, y sí, también inflama tu intestino. Escúchalo, él te dirá lo que te conviene.

    4.¿Sabes cómo es la «caca» ideal? Tres cuartas partes de tus deposiciones son agua. Así que, gracias al contenido óptimo de agua, las heces son suficientemente blandas para transportar hacia el exterior los restos de nuestro metabolismo. Te presento la escala de Bristol, que data de 1977 y muestra la consistencia que puede tener una deposición. ¿La ideal? La tipo 4: marrón, lisa y suave y forma de salchicha. Obsérvalo, no te mentirá.

    ir de vientre

    5.Siéntate bien para ir al baño. Desde tiempos inmemoriales, sentarse en cuclillas fue la posición natural para evacuar. No fue hasta el s. XVIII que apareció el váter como refinamiento para ese acto tan natural. Defecar en posición de cuclillas relaja la musculatura abdominal de tal manera que nos facilita mucho el trabajo a la hora de eliminar aquello que ya no queremos. Curioso es saber que las hemorroides, trastornos intestinales como diverticulitis o estreñimiento sólo se dan en los países en donde evacuamos sentados en el váter. Así que, si te cuesta ir de vientre, o tienes algún problema intestinal, o simplemente quieres cuidarte más, te recomiendo que (no, no cojas el martillo y destroces tu baño…) tengas un taburete cerca del váter para conseguir un ángulo de 45º cada vez que quieras defecar. Posiciónalo, y se lo agradecerás.

    ir de vientre

     

    Y ahí están las 5 curiosidades que deberías saber sobre este arte.

    Espero que a partir de ahora cuides mejor tu intestino. ¿Sabías alguna de estas curiosidades?