O cómo tener la regla sin que te enteres…
Sí, esto de ser mujer, a veces es chungo. Visto objetivamente y así, desde arriba, parece que entre parir, sufrir retención de líquidos y menstruar cada 28 días, nos ha tocado la peor parte en la Evolución. Pero no, amiga, no desesperes, que dar a luz es un milagro increíble, y retener líquidos y sufrir dolores menstruales o síndrome premenstrual, con unos cuantos cuidados, va a ser impresionantemente evitable.
El objetivo es menstruar cada 28 días sin hinchazón, dolores ni mucho menos, bajas médicas. Déjame que te cuente:
Qué es el síndrome premenstrual:
Hablamos de síndrome premenstrual (SPM en adelante) al referirnos a menstruaciones dolorosas, y que empieza unas horas (¿días?) antes de menstruar. Se manifiesta en la fase lútea del ciclo menstrual (en este post te detallé las fases del ciclo menstrual), o sea, desde el día 14 al 28 del ciclo. Los días más chunguis suelen ser el día antes de la menstruación, y el primer y segundo día. Aunque la verdad sea dicha, en consulta me he encontrado mujeres que sufrían el SPM de mil formas distintas.
A veces sólo sufres una pequeña inflamación mamária, o vientre hinchado… y otras tantas, el dolor es tan insoportable que te obliga a tomar analgésicos e incluso a quedarte en cama.
Bueno, si este es tu caso, vamos a poner fin a esto ok? ¿SPM tú? ¡Nunca!
Entre los síntomas más frecuentes, tanto físicos como emocionales, puedes encontrarte:
- Sensibilidad en las mamas
- Cambios anímicos, irritabilidad, tristeza, melancolía o tienes menos aguante con tus amigos/familiares (¿quizá menos paciencia con tus hijos?)
- Hinchazón abdominal
- Retención de líquido, lo que te lleva a pesar más (si te importa lo que dice tu báscula, esos días no te peses, por el bien de tu autoestima)
- Probablemente te pirres por los dulces y tengas ganas de atracar una tienda de chuches
- No te concentras ni insonorizando la habitación
- Migrañas y cefaleas varias
- Estás cansada, fatigada
- Te cuesta conciliar el sueño
- Vas de vientre más a menudo, con heces más líquidas (hay mujeres con estreñimiento que durante el spm van contentas al baño)
«¿Por qué todo esto? ¿Qué he hecho yo para merecer este arsenal de síntomas?», te dirás. Bueno, en general y sin ánimo de etiquetar ni meter a todas en el mismo saco, las mujeres obesas o con sobrepeso y sedentárias tienen más números de sufrir SPM.
Ahora viene lo que buscabas en este post: el tratamiento del SPM
Si damos con la causa, sabremos encontrar la solución, ¿verdad? Pero el SPM es multifactorial, y si buscamos una verdadera causa esta puede ser:
- por un exceso de estrógenos (y ahí cabría averiguar por qué hay ese exceso)
- por una falta de progesterona.
Entre ambas hormonas tiene que haber equilibrio (Ay, ya ves qué importante es el equilibrio en todo nuestro organismo… que si calcio/fósforo, que si ácido/base, que si sodio/potasio… En fin, todo en equilibrio).
Bueno, averiguar esa causa y qué hacer sería cosa mía, pero en general si sigues estos 5 consejos tu SPM mejorará muchísimo:
1- Lo que te da más pereza, lo sé: haz ejercicio físico de forma regular. No hace falta que te apuntes al gimnasio ni que te machaques a dos clases de spinning diarias. Simplemente que el ejercico físico forme parte de tu día a día. Habrá días, como yo, que igual sólo tienes tiempo de hacer 15 minutillos de ejercicios de fuerza. Bien, no pasa nada. Seguro que otros días le puedes dedicar una horita, o el fin de semana haces una ruta de 3 horas. Sea como sea, es prioritario: muévete.
2- No te estreses. Medita, pinta mandalas, haz yoga… Actividades que te conecten contigo misma, te hagan no pensar en tus preocupaciones y te hagan feliz. A mí me gusta, por ejemplo, decorar mi bullet journal, escribir mi diario, dibujar recetas ¡o cantar!
3- Procura descansar. Sí, sé que es muy fácil decirlo, pero si sufres insomnio, miremos cuál es la causa para ponerle solución también.
4- Despídete de los dulces, carbohidratos refinados y azúcares. Bueno, si sigues una alimentación de tipo paleo o evolutiva te será fácil. Pero si en tu base se sitúan los cereales, chungo.
5- Atibórrate de todos los macro y micronutrientes que te aportan los vegetales, hortalizas y frutas. Una razón más para meter más verdura en todas tus ingestas.
Así que si sufres SPM, amiga mía, ya sabes qué hacer:
Al despertar, después de haber dormido plácidamente toda la noche, haz un poco de ejercicio físico sobre todo de fuerza (no temas ponerte musculosa, tú dale a la pesa).
Desayuna una ensalada de frutas variada con un poco de jamón ibérico.
Al mediodía, después de trabajar, tómate un gazpacho fresquito junto con un tataki de atún, por ejemplo, o un pescado al horno con patatitas y cebolla.
Tómate tu tiempo de des-conexión con tu hobby favorito.
Y un rato antes de acostarte, una cena ligera con una crema de champiñones, y unos huevos revueltos con espárragos.
Aix, lo fácil que es cuidarse…¿verdad?
Bueno, en La Comunidad te ayudo, te ayudamos, entre todas, a conocerte, a escucharte y a motivarte para cuidarte con respeto hacia ti y hacia tus necesidades.
Un abrazo 🙂
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¿Fruta antes o después de las comidas?
Esta es casi la pregunta del millón. Y no caduca. Quiero decir, que lo mismo la escucho ahora que tenemos tantísima información (buena y mala, que para eso hay tanta) como hace 20 años cuando estaba terminando la carrera..
El otro día me la volvieron a preguntar. Y me dije «oye Marta, grábate, y así difundes tu respuesta por doquier». Y eso hice.
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