¿Comer 5 veces al día?

¿Comer 5 veces al día?

Pues si comes 5 veces al día… envejecerás.

  ¿A que no te esperabas eso? ¡Pero si precisamente eso es lo que dice todo el mundo! ¡Todos sabemos que tenemos que comer 5 veces al día para estar sanos! ¿Verdad? Bueno, pues yo te pregunto: y si no, ¿qué? ¿Qué pasa si comes, por ejemplo, 4 veces al día? ¿O 3? Comer 5 veces al día es uno de los mitos alimentarios que está más profundamente arraigados en la población. Y no está suficientemente justificado. Y así de claro te lo digo: ESTOY EN CONTRA DE COMER 5 VECES AL DÍA. No quiero que este sea un post muy espeso de contenidos (aunque sin duda el diálogo nos daría para largo). Mi intención es que sea un artículo que te haga reflexionar. Y ya, si tú no comes 5 veces al día, que te quites el peso de la mala consciencia de encima.

Primer pensamiento inocente:

Hacemos tres ingestas principales, desayuno comida y cena; y dos snacks a media mañana y media tarde respectivamente. La importancia de estos snacks nos la recuerda constantemente la industria alimentaria. Un snack saludable que nos da la Naturaleza puede ser fruta o frutos secos. Pero de esos 14 snacks semanales, ¿cuántos son procesados y cuantos saludables? Es decir, ¿cuántas barritas, galletas o bollería tomas en comparación con la fruta? Sin duda, estas 2 ingestas a media mañana y a media tarde son una excelente apuesta de la industria alimentaria, que sabe que es más probable que meriendes una barrita (energética, con fibra o super healthy) que no un plato de coliflor. Además, ¡menudo rollazo tener que llevar siempre en el bolso algo para picotear! Es más, en consulta suelo encontrarme personas que llevan muy bien su alimentación diaria y cada día a la hora de la merienda, el monstruo de las galletas se apodera de ellas. La merienda es, sin duda, una hora crítica…

Segundo pensamiento inocente:

Cada vez que comemos ponemos en marcha nuestro Sistema Nervioso Parasimpático, que es el que se encarga principalmente de la digestión y del sueño. Como nuestra principal preocupación como especie es y ha sido siempre sobrevivir, cuando comemos, nuestro organismo pasa de todo lo que no tenga que ver con digerir. Tu cuerpo, en modo «parasimpático» activado va a centrarse en hacer la digestión, dejando otras reacciones metabólicas importantes para otro momento. Entonces, si comes 5 veces al día, o sea, cada 2-3 horas, ¿cuándo vas a dedicarte a no envejecer, a renovar tus células, a crecer, etc.? ¡Si estás todo el día digiriendo! Y eso también es válido (y mi experiencia en consulta me lo reafirma) sobre todo ante una Diabetis, por ejemplo. ¡Qué mal hechas las dietas tradicionales para tratar la Diabetis, madre mía!

Tercer pensamiento inocente:

Este tiene que ver con el movimiento, con el uso de tu energía. Pues cuando estás en modo parasimpático, como te he dicho después de comer, tu fuente energética es de muy mala calidad, corta, ineficaz y patosa. Te lo expliqué bien en mi artículo sobre el Ayuno intermitente, pero básicamente, si vas a hacer deporte (algo imprescindible para que tu cuerpo esté sano y ágil), o vas a trabajar o a hacer cualquier cosa en que tengas que estar activo, comiendo 5 veces al día no encuentras el momento ideal para ello. ¡Deja descansar tu cuerpo (tu digestión), y sal a correr!

Cuarto pensamiento inocente:

Evolutivamente hablando no es ni lógico ni natural pensar que hemos comido a lo largo de nuestra historia evolutiva cada 3 horas. A ver, que llevamos más de 1,990.000 años en este mundo, y obviamente, no hemos tenido neveras ni reservas alimentarias hasta hace un suspiro de vida. ¿A quién se le ocurre decir que estaremos sanos comiendo 5 veces al día, cuando llevamos tantos miles de años haciéndolo una o dos veces? Perdona que lo diga así, pero los del s.XXI realmente tenemos una prepotencia alucinante. Jamás de los jamases se ha comido tanto. Ni tantas veces, ni tanta cantidad.

Quinto pensamiento inocente:

Siempre he sido de letras. Y las pasé canutas en la universidad cuando tenía que estudiar química, farmacia y qué sé yo… A mí que tanto me tira el arte, la escritura, la música… no soy de números. Y una vez más, te lo demuestro: es más importante la calidad de tu dieta que no el número de veces que comes. ¿Crees que una dieta formada por desayuno, comida y cena saludables, va a ser más sana si le añadimos a media mañana un bocadillo de nocilla o unas galletas? ¡No! ¡Por supuesto que no! Ni tan siquiera si le añades una barrita paleo sin gluten y sugar free. Así que olvídate de la cantidad de veces que comes, y céntrate en el contenido de tus ingestas (aquí te expliqué cómo mejorar tu dieta). Sé que estás acostumbrada a comer 5 veces al día, porque nos lo han grabado en sangre… Pero si vas tomando consciencia de tu cuerpo, de tus necesidades reales, sabrás distinguir esa hambre emocional o esa hambre rutinaria (porque toca, porque es la hora) del hambre real. Por ejemplo, cuando me dicen «es que Marta, a media mañana necesito aunque sea 2 galletas y un café, que si no me desmayo»; bueno, querida, si con 2 galletas te sacias, te aseguro que eso no es hambre real, ok? Es mejor opción comer de verdad pocas veces, que comer poco y muy a menudo. Mi moraleja de hoy: COME CUANDO TENGAS HAMBRE, ni más, ni menos. Pero hambre real.

Un poquito más en este estudio, este y este.

 
¿Cuántas veces comes al día? Y si hay media mañana o media tarde, ¿cuál es tu elección?
Crema de aguacate y melón (y puntazo de gambas)

Crema de aguacate y melón (y puntazo de gambas)

Suave, con cuerpo y absolutamente deliciosa. Esta crema ligera es un elixir para tu aparato digestivo, rica en grasa saludable, potasio y baja en carbohidratos, y si le das el toque de las gambas seguro se convertirá en el mejor de tus entrantes de este verano.

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Cómo leer el etiquetado nutricional…

Cómo leer el etiquetado nutricional…

La industria alimentaria tiene una finalidad. Y no, no es que estés sana, que te alimentes bien y que tus hijos crezcan felices. La finalidad de la industria alimentaria es ganar dinero. Crearte una necesidad y que inviertas en ella en tu día a día. Una vez entendido esto, entenderás que las etiquetas nutricionales no son mera información, sino un absoluto y gigante reclamo publicitario. Está dentro de la legalidad subrayar, exagerar u omitir cierta información. Y todo ello para que compres.

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Receta de gazpacho de sandía y feta

Receta de gazpacho de sandía y feta

Pruébala. Te lo digo ahora como primera palabra de esta entrada para que no la pases por alto. Sí, ya sé que hay tropocientasmil recetas de gazpacho y que no quieres ni una más… pero es que esta, en serio, desde que la descubrí el verano pasado (receta original de Chloé Sucrée) no hemos dejado de hacerla. En casa, es nuestra preferida. Está el «gaspacho», y ESTA receta de gazpacho.

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Descubre conmigo Máyikas

Descubre conmigo Máyikas

En los últimos 5 años me han salido bastantes canas, pero mi piel está radiante. Tengo la piel algo sensible y seca en invierno, y como he reído mucho en esta vida… tengo patas de gallo. Créeme si te digo que he probado de toooodo, hasta que descubrí a Máyikas.

Hace mucho que dejé de utilizar cosmética convencional por todos los ingredientes feos que lleva… y lo que pueden hacer éstos dentro de mí (aunque imagino que si me lees a menudo, ya eres consciente de ello). ¿Sabes que incluso el gluten que contienen algunas cremas tiene efectos en el organismo iguales a los que tiene cuando éste es ingerido? (estudio).

Como era una cabra loca que lo experimentaba todo, pasé de los cosméticos convencionales a los aceites vegetales y ungüentos caseros. Eso estuvo bien, pero no era lo ideal, sobre todo porque me salieron granos y mi piel quedó saturada.

En fin, que cuidarse con cosmética natural fue, en algún momento, toda una odisea. Sí, fíjate que he dicho «fue».

Cuatro son mis cuidados básicos:

1- Alimentación saludable, variada, abundante en vegetales, adecuada en cuanto a proteínas y grasas.

2- Cosmética eco, natural, siguiendo el mismo concepto que sigo en cuanto a alimentación. La piel también bebe, come y respira.

3- Movimiento constante. No todo el tiempo, claro, pero sí cada día, algo de deporte (nadar, correr, bailar) y llevar una vida activa.

4- Equilibrio emocional, practicando mindfulness, gratitud, respiración consciente.

Sobre cosmética eco:

Ya te hablé de mi amor por L’Arganier. Tanto su aceite como sus 2 productos capilares llevan años conmigo y seguirán en mi baño hasta el fín de los días… Pero en cuanto al resto de productos cosméticos, iba dando un poco palos de ciego… probando de aquí, otro poco de allí… Y descubrí Máyikas. Sigue leyendo porque te traigo buenas noticias:

Conocí a Isabel a través de mi red social favorita, Instagram. Ella es una mujer emprendedora, inteligente, con mucha fuerza y un gran proyecto por delante. Te invito a que le eches un vistazo a su página: Isabel es farmacéutica y ama la cosmética. Así que decidió emprender en un laboratorio donde ella misma formula cada una de sus cremas. Su proyecto es transparente, cuidado, con rigor científico y una filosofía similar a la mía. Es mi alma gemela cosmética.

Isabel dice: MÁYIKAS es una marca de Cosmética Natural y Ecológica, elaborada con materias primas naturales cargadas de principios activos fitocosméticos concentrados, que actúan sobre la piel respetando su equilibrio y fisiología, que se absorben fácilmente y actúan desde el interior de la dermis y epidermis, sin agredir el delicado equilibrio fisiológico de la Naturaleza de la piel.”

máyikas

Desde que conocí a Isabel empecé a usar sus productos porque entre sus ingredientes encuentro aceites vegetales de primera presión, extractos de plantas hidroglicerinados e hidrolatos, la gran mayoría procedentes de cultivos ecológicos. Los perfumes son aceites esenciales naturales (igual ya conoces mi faceta de aromaterapeuta y el uso que hago yo con los aceites esenciales, así que… ¡otro punto más por Máyikas!), los conservantes son los aceptados por los organismos certificadores de cosmética ecológica.

Del mismo modo que como sano, eco y fresco, no entra en mi cabeza el embadurnarse con parabenes, conservantes ni colorantes sintéticos, aceites minerales, grasas ni emulsionantes derivados del petróleo, siliconas, bases detergentes irritantes, compuestos halógeno-orgánicos, sales de amonio …

«En Máyikas no encontrarás compuestos perjudiciales para la salud humana o para la salud del medio ambiente.»

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Personalmente he probado 4 productos de la marca, y son los que se quedarán seguro en mi tienda online:

1- Facial para pieles sensibles, SENS. Te puedo asegurar que si tu piel se irrita con facilidad ya sea por el frío, los contaminantes o incluso el estrés, Sens será tu salvación. Dentro tiene cosas tan bonitas como caléndula, mimosa o manteca de karité. Un confort real para tu piel dañada.

2- Facial antiarrugas, ANTIOX. Mano de santo. De verdad que Antiox ¡quita las patas de gallo! Hace sólo un mes que la uso (y me queda todavía mucho más de medio bote) y me acabó de convencer cuando mi madre me dijo «hija, quiero eso que te estás poniendo que pareces más joven…». Lleva gingeng, centella asiática y comino negro, perfecto para disminuir las manchas producidas por la edad.

3- Corporal pieles sensibles, HIDRACALM. Es perfecta para pieles reactivas, aunque yo la utilizo tras la depilación: ni una rojez ni tirantez tras los tirones. También calma e hidrata la piel con picores propios de la excesiva sequedad, ya que es sobre todo rica en aceite de macadamia, karité y manzanilla.

4- Corporal superhidratante, HIDRAMAX. Déjame hacer el chiste: Hidramax es lo max (jaja). Vale ya paro. Es extra-hidratante y extra-nutritiva incluso en pieles descamadas. Lleva preciosidades como aceite de aguacate, borraja y extracto de mimosa.

Cuatro delicias deliciosas.

Si Máyikas fuera comida sería un zumo verde, una ensalada con germinados y semillas, y una crema de verduras con lino… De ella te he traído estos 4 tesoros porque realmente creo en ellos. Son espectaculares, ecológicos y absolutamente poderosos. Y deseo que te sean muy útiles y que formen parte de los cuidados de tu estilo de vida saludable.

En fin, tengo canas, pero mi piel está radiante.

Botiquín natural: 2 jarabes DIY imprescindibles

Botiquín natural: 2 jarabes DIY imprescindibles

Desde el inicio de los tiempos hemos aprendido qué podemos coger y qué no de todo lo que nos ofrece la Naturaleza. Hemos descubierto, hemos desarrollado y hemos inventado lo necesario para sobrevivir y evolucionar. Gracias al estupendo método del ensayo y error supimos que con 5 hojas de esa planta y 4 semillas de esa otra podíamos hacer brevajes para sobrellevar mejor las infecciones, enfermedades o heridas de accidentes inevitables. Teníamos nuestro botiquitín natural.

¿Quién sabe hoy en día hacer sus propias pócimas? ¿Te atreves? Hoy te voy a contar mis 2 jarabes naturales preferidos y verás como, con ingredientes que sueles tener en tu casa, puedes ayudar a tu organismos a que ese resfriado, gripe o congestión se acorte notablemente… ¡y sin tener que pasar por la farmacia!

Ahí van:

Jarabe de pera

 

¿Sabes cuando te levantas por la mañana con un ligero picor en la garganta, como un pequeño quemazón, que si no atiendes en un plis se convierte en cualquier «-itis» (eso es bronquitis, amigdalitis, etc.)?

Bueno, pues atiende bien, que aquí está la solución, casi mágica, para estos casos.

Se trata de un jarabe para dolor de garganta y tos seca. Aunque la verdad es que a mí me funciona espectacularmente como mucolítico, cuando notas que tienes mucosidad interna y no hay manera de soltarla.

Necesitas: peras. Y ya. ¿Fácil verdad?

Pon 4 peras cortadas a trozos en una cazuela y cubre de agua. Si tienes una slow cooker o olla de cocción lenta chiquitita, te irá de fábula. Si no, con tu cazuela habitual sirve. Pon a hervir, baja el fuego al mínimo, y deja cocer durante 2 horas. Puedes añadirle una rodajita de jengibre para potenciar la acción mucolítica del jarabe.

Pasado este tiempo, cuela y trapasa a un tarro de cristal con tapa. Las peras, resérvalas para tomar como una buenísima compota, acompañar un yogur de coco o lo que se te ocurra (estarán divinas). Tómate el jugo a cucharaditas a lo largo del día. Y alucina con los resultados. De veras, fuera tos, flema y dolor de garganta.

botiquín natural

Jarabe de cebolla

¿Recuerdas el sabor de esos caramelos cuadrados de miel y limón? Esa sensación de pecho refrescante… Cuando pruebes el jarabe de cebolla tendrás esa sensación.

Es ideal cuando tienes tos «bronquítica» y dolor de garganta, gracias a la maceración de la mágica cebolla

Necesitas: 1 cebolla, 1 c.s. de miel cruda, 1 limón.

Corta la cebolla a juliana y coloca en el fondo de un tarro de cristal. Añade el zumo de 1 limón ecológico, y 1 c.s. de miel cruda. Mezcla bien, tapa y deja macerar como mínimo 8 horas. Puedes prepararlo antes de acostarte y por la mañana ya tienes el jarabe hecho.

Ves tomando cucharaditas a lo largo del día cuando necesites alivio o tengas tos. Este es… mano de santo.

Evidentemente, hay unas medidas básicas que expliqué en un post anterior. O sea, si te hinchas de galletas, comes pocos o nulos vegetales y te mueves menos que la estatua de la libertad, tus defensas se van a largar de vacaciones durante este otoño-invierno… Pero con una buena base, un estilo de vida sano, una mente tranquila y feliz, el primer virus que te ataque huirá cual ciudadano de Pompeya cuando huela la primera cucharada de cualquier de estos dos jarabes casi mágicos.

Así que, ya lo sabes, ves a la verdulería (que no farmacia), prepárate un botiquín natural con estas pócimas, y ¡dale tiempo a tu organismo a que luche contra esos insensatos que se atreven a invadirte!

¿Has probado alguno de estos dos jarabes? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Con cuál te quedas?

5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre

5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre

Venga, dílo: ¿Qué tiene de arte el ir de vientre? Pues mira, creo que entre que media humanidad va estreñida, o va demasiado, o tiene gases, o no va… Y entre todo lo que se está avanzando en cuanto a los descubrimientos sobre la parte de tu aparato digestivo que llega a su fin… la verdad, casi casi que ir de vientre se convierte en todo un arte. ¡Cucha!, que no todo el mundo sabe ir y sabe hacerlo bien, ¿a que no?

Bueno, pues en esas estamos. La semana pasada te di las primeras pautas para activar tus defensas, y si escuchaste bien el podcast deberías de haber entendido que tu intestino tiene muchísimo que decir acerca de tu batalla contra los virus. Así que, se me ha ocurrido hablar más profundamente sobre este escatológico y apasionante tema, porque segurísimo que te voy a ayudar… y sorprender.

Contigo, el «5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre»:

1.Tu intestino está en estrecha relación con tu sistema inmune: el 80% de éste se encuentra en el primero. En él, en el intestino, se haya el escenario principal de las bacterias, que se sitúan en un depósito delimitado, la mucosa intestinal (y no se acercan amenazadoras a nuestras células). El sistema inmunitario puede jugar ahí sus batallas sin que haya peligro alguno para nuestro organismo. Cúidalo, te protegerá.

2. La estrechísima relación que hay entre tu intestino y… tus emociones. El experimento de los ratones que nadan es el más relevante en el campo de la investigación en depresión y motivación. Se trató de observar cuánto tiempo nadaban unos ratones metidos en un vaso circular lleno de agua… hasta llegar a la otra orilla (orilla que, como el vaso era circular, no llegaba nunca). ¿Cruel? Sí, como todos los experimentos con animales. Pero a lo que voy: Alimentaron con bacterias probióticas la mitad de los ratones, y observaron que éstos estaban más motivados a seguir nadando que sus compañeros no suplementados. El grupo suplementado, además, obtuvo mejores resultados en las pruebas de memória y aprendizaje, y tenía menos hormonas de estrés en sangre. Adicionalmente, cuando se los cortaba el nervio vago (el que va directamente de tu intestino a tu cerebro), desaparecían las diferencias entre los grupos de ratones. Ámalo, te hará feliz.

3. Sensibilidad al gluten no celíaca y otras intolerancias alimentarias. A los cereales no les gusta que se los coman. Por eso cuando te comes un cereal, éste suelta una pequeña cantidad de saponinas y lectinas, que no hacen otra cosa que inflamar tu intestino. En tu interior, el gluten puede viajar sin ser digerido en parte a través de las células intestinales. De esta forma las proteínas del trigo llengan a zonas donde no deberían de llegar. Esto, tampoco le gusta a tu sistema inmunitario, y sí, también inflama tu intestino. Escúchalo, él te dirá lo que te conviene.

4.¿Sabes cómo es la «caca» ideal? Tres cuartas partes de tus deposiciones son agua. Así que, gracias al contenido óptimo de agua, las heces son suficientemente blandas para transportar hacia el exterior los restos de nuestro metabolismo. Te presento la escala de Bristol, que data de 1977 y muestra la consistencia que puede tener una deposición. ¿La ideal? La tipo 4: marrón, lisa y suave y forma de salchicha. Obsérvalo, no te mentirá.

ir de vientre

5.Siéntate bien para ir al baño. Desde tiempos inmemoriales, sentarse en cuclillas fue la posición natural para evacuar. No fue hasta el s. XVIII que apareció el váter como refinamiento para ese acto tan natural. Defecar en posición de cuclillas relaja la musculatura abdominal de tal manera que nos facilita mucho el trabajo a la hora de eliminar aquello que ya no queremos. Curioso es saber que las hemorroides, trastornos intestinales como diverticulitis o estreñimiento sólo se dan en los países en donde evacuamos sentados en el váter. Así que, si te cuesta ir de vientre, o tienes algún problema intestinal, o simplemente quieres cuidarte más, te recomiendo que (no, no cojas el martillo y destroces tu baño…) tengas un taburete cerca del váter para conseguir un ángulo de 45º cada vez que quieras defecar. Posiciónalo, y se lo agradecerás.

ir de vientre

 

Y ahí están las 5 curiosidades que deberías saber sobre este arte.

Espero que a partir de ahora cuides mejor tu intestino. ¿Sabías alguna de estas curiosidades?

Activa tus defensas

Activa tus defensas

Vale, ya lo he entendido: bajan las temperaturas, llueve, mi cabellera aumenta considerablemente mi estatura, y en las clases de infantil hay más pupitres vacíos que niños haciendo plastelina. Ha llegado el momento de hablar de tus defensas. Y de las mías. Vamos, que o nos ponemos las pilas o no vamos a ganar para klenex este otoño.

En este artículo te explico, llámalo trucos, hábitos o cosas que puedes hacer de lo más fáciles y simples para aumentar las defensas de toda tu familia y vencer la batalla con todos los virus que pululan a tu alrededor. Y no, no vamos a tomar Actimel ni ninguna otra estafa por el estilo. Venga, ¡activa tus defensas!

La clave está en tu intestino

¿Sabes que tenemos más microbiota intestinal que células humanas? Pero mucha mucha más… como diez veces más. Una vez alguien me dijo que en realidad nosotros, nuestro cuerpo, somos como un autobús que transporta microbiota… Es ella la que manda, nosotros somos tansólo su humilde vehículo. Pero aunque es muy interesante esta historia, la dejamos para otro día y ahora vamos al lío…

Hoy entiende tansólo, que la salud de tu sistema immunitario es directamente proporcional a tu salud intestinal. Vamos, que tus defensas dependen en gran parte de cómo está un intestino.

Qué como y qué no como

Lo más importante: no comas azúcar, si no los virus se van a poner las botas. Y sí, es importante qué comer, pero créeme si te digo que casi más importante aún es que no alimentes a los virus con azúcares insanos, ok? Lo que tienes que conseguir es que los virus no se encuentren a gusto en tu cuerpo (su hogar) ¡y se larguen por patas!

Come caldos, sopas, batidos, etc. Y empieza la mañana con algún super-zumo mañanero que puedes enriquecer con algú superfood tal como cúrcuma, ajo negro, jengibre o polen.

En el siguiente audio, te cuento más y mejor.

¿Qué te ha parecido? ¿Sigues alguno de estos consejos? ¿Cuál es tu fórmula para no resfriarte?

¿Cosmética eco… o Fairy en tu cabeza?

¿Cosmética eco… o Fairy en tu cabeza?

(Atención: este artículo es bastante largo, así que déjalo para cuando puedas prepararte una infusión, y cogerlo con ganas).

La cosmética es una parte importante de nuestros cuidados diarios. Y como sé que a ti también te encanta, hoy voy a hablarte de la cosmética eco. Por cierto, quizá el título te sorprende, pero te prometo que si sigues leyendo le verás sentido.

Primero y antes de empezar te aclaro unos conceptos que suelen confundirse: ¿Sabes la diferencia entre cosmética eco, sin tóxicos, natural o nicho?

La cosmética sin tóxicos es la que está libre de todo aquello que puede perjudicar o agredir de alguna forma nuestra piel. Pero puede que no sea eco, ni nicho, aunque suele ser natural. Un ejemplo de ella es la que vende Cocunat.

La cosmética natural no utiliza ingredientes artificiales en su formulación, aunque no por eso sea eco, ni tampoco todo lo natural es libre de tóxicos. Por ejemplo, Lush, que me encanta, usa ingredientes naturales pero a veces no tan buenos para nuestra piel (cosa que me entristece enormemente porque me encanta la filosofía Lush).

La cosmética nicho es la que está llegando con más fuerza en los últimos años. Y aunque suele ser eco o sin tóxicos, no tiene por qué. En este campo Alicia de Attariat es la reina y me atrevería a decir que la pionera en nuestro país.

Finalmente, la cosmética eco, en la que un porcentaje importante de su formulación es de orígen ecológico.

Mi historia:

Hace muchos años, como veintipico más o menos, me empezó a picar la cabeza. Bueno, el cuero cabelludo. Tras navegar y navegar por distintos dermatólogos y especialistas, asumí que tenía psoriasis en el cuero cabelludo… Uff, menudo bajón me dió… Pero ahora que lo pienso, casi me alegro de ello, porque si es verdad que estuve años comprando los champús de farmacia y las formulaciones que me recetaba el dermatólogo, hubo un momento en que decidí tomar las riendas de mi situación: de pasiva pasé a ser una paciente activa. Esa es la clave, creo yo, de toda curación… y de todo en esta vida: tu actitud activa.

Así que hoy pienso que si como como como (jeje, juego de palabras), sé lo que sé, y me cuido como me cuido, quizá es porque un día me picó la cabeza.

En definitiva, que sin quererlo me convertí en una experta en ingredientes feos para mi cabeza y mi piel.

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¿Fairy en tu cabeza?

¿Sabes cuál es el ingrediente principal de tu lavaplatos? El Lauril Sulfato de Amonio (LSA) y el Lauril Sulfato de Sodio (LSS). Exactamente el mismo que el de tu champú tradicional. ¿Cómo? Venga, que te doy unos minutos para que lo asimiles…

Bien, seguimos. Los sulfatos son poderosos detergentes abrasivos que irritan y dañan el cuero cabelludo, debilitan el cabello y estimulan su caída. Son la principal causa de que tu champú haga tanta espuma, pero también de que te pique la cabeza. ¡Me pregunto por qué asimilamos la espuma con poder de limpieza! Es como si algo sin espuma no limpiara, cuando en realidad no es la espuma el agente limpiador.

Luego están las siliconas. Normalmente en algún champú pero sobre todo en los acondicionadores y mascarillas. Las conocerás porque en el listado de ingredientes aparecen con nombres con prefijos como cyclo- , PEG-(número) o sufijos -cone.

Las siliconas las entiendo como un maquillaje para tu melena: son plásticos que enmascaran tu fibra capilar, dejándola suave y brillante, pero no es tuya… es su envoltura. Y el problema de las siliconas es que para eliminarlas tienes que usar un champú lo suficientemente agresivo como uno que contenga sulfatos.

El pez que se muerde la cola.

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L’Arganier Organics:

Así llego yo, después de muchos años de comprar, gastar y probar diferentes marcas de cosmética SIN cosas que no quiero y CON ingredientes que me gustan, con L’Arganier Organics. La marca nació de la mano de 3 amigos que creían, como yo, en una cosmética más sostenible y buena para ti y para el medio ambiente. Sólo fabrican 4 productos, y su principio activo principal es el aceite de argán.

Champú de Argán

Este es EL champú. No hay otro que me guste tanto y que me trate tan bien como él. Está realizado con aceite de argán, e indicado en cueros cabelludos sensibles, con caspa, irritados, y cabellos finos y sin volumen. Aunque no hace falta tener la cabeza enferma para usarlo: todos los cabellos se benefician de sus ingredientes, no lleva sulfatos, siliconas ni parabenos. Tiene una textura perfecta, trasparente, y para ser eco y natural, hace bastante espuma. No hay cuero cabelludo que se le resista.

Para mi cabello seco, medio y rizado va genial. Para el cabello de mi hija graso, fino y liso ¡también!

Sérum multifuncional de Argán

Aunque el best seller de la marca es la mascarilla, para mí este serum es mi favorito. Conocí este sérum o aceite seco hace unos 3 años, en verano, y desde entonces somos inseparables. Es todo lo práctico que puede ser un aceite seco: se absorve con facilidad en tu piel, la hidrata, la deja satinada… Pero en verano además me lo reparto por mi cabello antes de entrar en el agua, ya sea playa o piscina, y tras el baño. Y de verdad que mi cabello al final del verano ¡está incluso más sano y bonito que en primavera!

Cuando lo utilizo tras la ducha o antes de mi hidratante facial a modo de sérum me suelen preguntar por mi perfume… Y ya no digo más…

Acondicionador de Argán

Un buen champú necesita una buena pareja. Y ahí está ella. Llámala «acondicionador» o llámala «mascarilla», porque ésta es un dos en uno. En tu día a día puedes usarla como un acondicionador ligero, pero muy agradable de usar e hidratante. Si tienes más tiempo, déjala actuar 15 minutos en tu cabellera y lucirás una melenaza espectacular. Tiene una textura densa pero que se reparte muy bien a lo largo de la cabellera; además, como no es excesivamente líquida, va perfecta para ponértela como mascarilla sin que te caigan chorretones. El resultado es un cabello muy hidratado, nutrido, desenredado y brillante, de aspecto sanísimo.

Ah! Y su aroma… El aroma, igual que el resto de productos de la marca, es indescriptible: algo sensual, ligero, suave… embriagador.

Aceite puro de Argán

La joya de la corona. Un tesoro. Oro líquido. Puedo inventarme otros adjetivos así de increíbles para describirlo, pero hasta que no lo tienes en tus manos y lo pruebas, no lo entiendes. De gran poder nutritivo y regenerador, esta aceite puede usarse de los pies a la cabeza para diferentes indicaciones: tratamiento pre-lavado para el cabello, antiarrugas, protector del frío, regenerante de cicatrices, pre-base de maquillaje… y un sinfín de aplicaciones. Ha sido premiado en 2014 y 2015 como el mejor aceite de argán de Marruecos.

Y su presentación es divina.

Aceite de Argán

En cuanto a cosmética eco y natural, el aceite de argán es uno de los mejores aceites que existen.

No hace mucho te contaba cómo usaba yo el aceite de coco, mi otro enamorado… Y el aceite de argán no se queda corto, y entre los dos forman un estupendo equipo.

  • Hidratante
  • Nutritivo
  • Antiedad
  • Regenerador
  • No obstruye los poros (comedogénico)
  • Trata el acné
  • Reduce las estrías
  • Efecto relajante
  • Cicatrizante
  • Ideal embarazadas
  • Evita que las uñas débiles se estríen
  • Aporta brillo y fortaleza al cuero cabelludo
  • Evita que las puntas del cabello se abran

Un tratamiento semanal estupendo para tu cabello es aplicar aceite de argán bien repartido a lo largo de tu cabellera. Envuelve la cabeza en una toalla caliente y relájate como mínimo 1/2 hora (aunque puedes dejarlo como yo, toda la noche). Luego lávate con un champú suave y deja secar al aire. Pelazo sano y bonito.

¿Has probado alguna vez el aceite de argán en tu rutina de belleza? ¿Eres usuaria de cosmética eco? Te animo a que lo pruebes y, si es así, comentes aquí abajo tu experiencia.