Desayuno. Café a prueba de balas.

Desayuno. Café a prueba de balas.

Quizá te suena de haberlo visto por redes sociales. O te lo ha contado tu compi de gimnasio. O lo has probado ya. O te da la sensación que te estoy hablando en chino. Café bulletproof, conocido también como «a prueba de balas».

Se introdujo con el boom de la dieta cetogénica, amigo de las dietas bajas en carbohidratos y de todos los que somos frikis de la alimentación.

Si no te suena de nada, tranqui, que en seguida te cuento.

Qué es y para qué sirve:

El café a prueba de balas es una bebida energética que suele tomarse en el desayuno de las dietas cetogénicas. O puedes tomarlo hagas la dieta que hagas, vamos. Y lleva sólo 3 ingredientes:

Un café largo, 1 c.p. de aceite de coco y 1 c.p. de ghee o mantequilla de pasto.

Receta: lo único que tienes que hacer es batir estos tres ingredientes y listo :).

Espera, no arrugues la nariz porque aunque cuesta de imaginarlo, el resultado es una bebida suave, densa, confortable y de verdad que está muy buena. Eso sí, para que sea un brevaje saludable es importante que el café sea natural (no torrefacto ni en cápsulas) y molido en casa. El ghee o mantequilla que sean de vacas de pasto, y el aceite de coco de primera presión en frío. ¿Son importantes estos detalles? Sí, porque el contenido nutricional de tu café bulletproof depende de ello.

Fíjate:

Propiedades y beneficios:

1- Es una bebida que te aporta energía (mucha) sin tener que echar mano de los carbohidratos. Por ello normalmente es una opción de desayuno y se toma solo.

2- Por su contenido en polifenoles y cafeína es un excelente estimulante físico y mental (en este otro artículo te hablé de las virtudes del café).

3- Como hemos quedado que el ghee era de pasto, contiene ácidos grasos conjugados, linoleico y omega 3. Las grasas buenas de las que siempre te hablo.

4- Rico en las vitaminas liposolubles A, K, E, D.

5- Al ser bastante saciante, es una opción a considerar si estás siguiendo una dieta cetogénica o antiinflamatoria con el objetivo de perder grasa/peso.

¿Qué te parece? ¿Lo has probado alguna vez? Si no es así te invito a que lo pruebes y veas cómo te sienta. 

Paquetitos de calabacín

Paquetitos de calabacín

Podría haber titulado esta receta «raviolis de calabacín» o incluso «canelones de calabacín». Así seguro que Google me hubiese posicionado mejor porque, bien pensado, nadie va a buscar una receta que se llame «paquetitos». Pero mira, me ha salido así. Y es que parecen paquetitos.

Bueno al lío. Esta receta es buenísima. La hacía ya hace años cuando impartía un extraescolar para niños de Primaria que se llamaba MiniXef. Y siempre que la hacía, flipaban.

Flipar todo lo que un niño puede flipar cuando una receta «demasiado sana» está rica y deliciosa. Y además, es que te la voy a presentar de dos maneras. La ligera y veraniega, y la más plato contundente. 

Mira qué bien, dos recetas en una.

Ingredientes:

– 2 calabacines limpios cortados a láminas

– 2 latas de atún al natural

– un puñado de aceitunas sin hueso

– un vaso de gambitas peladas congeladas

– 2 vasos de salsa de tomate casera *

– puñado de albahaca

*alternativa: salsa bechamel

Preparación:

Cocina las gambitas congeladas en agua hirviendo y sal. Cuando estén listas, resérvalas.

Mezcla en una sartén con 1 cucharada de aceite de oliva el atún bien escurrido, las aceitunas sin hueso cortadas a rodajitas y las gambitas. Déjalo unos minutos para que los distintos sabores se vayan integrando.

Apaga el fuego y deja que se enfríe un poco.

Coloca las láminas de calabacín en cruz. Pon la mezcla de atún en el centro, y dobla los extremos hacia el centro para formar «paquetitos» de calabacín.

Cuando los tengas todos, colócalos en una fuente apta para horno y tienes 2 opciones:

1- Regar con la salsa de tomate y darles un ligerísimo golpe de horno. Sirve con la albahaca picada por encima.

2- Cubrir con bechamel y hornear unos 8-10 minutos. Puedes incluso gratinar con un poco de parmesano por encima porque quedan deliciosos.

Más como plato principal o más como entrante o como cena de verano. Tú eliges y ambas opciones están riquísimas. Ya sea llamándolos canelones, raviolis o paquetitos de calabacín. El nombre es lo de menos.

Estos paquetitos de calabacín nos aportan proteínas, grasas saludables, fibra y vegetales. ¿Y te has fijado que fácil que es? Si es que mira que es sencillo comer sano eh…

Cómo tratar la retención de líquidos

Cómo tratar la retención de líquidos

Esa sensación molesta y a menudo dolorosa, que no tiene que ver con el peso sino con sentirte (y estar) hinchada, incómoda. Es algo que puede suceder todo el año pero ahora, con las altas temperaturas, es mucho más común.

Hablo de las piernas hinchadas o de forma más general, de la retención de líquidos: piernas, pies, manos, bolsas en los ojos… Es como si nos hincháramos como un globo. Qué pesadez…

Vamos a ver por qué nos sucede esto y cómo podemos aliviarlo.

¿Qué es la retención de líquidos?

Que nuestro cuerpo está formado por agua ya lo sabes, ¿verdad? Buenos, pues imagina que el 50-60% de tu cuerpo es agua, y ésta se encuentra parte dentro de las células (intracelular) y parte fuera de ellas (extracelular).

Cuando todo va bien, ambos niveles están equilibrados, pero a veces ocurre que este equilibrio se rompre y se produce la acumulación o retención de líquidos a nivel extracelular (o sea, aumenta el líquido que tenemos alrededor de las células y en el plasma).

Eso es la retención de líquidos.

La siguiente pregunta debería de ser ¿por qué se rompe ese equilibrio? Es decir, cuál es la causa de la retención de líquidos.

Normalmente, el equilibrio de agua y solutos se rompe por causas muy simples:

– problemas de circulación (mala circulación, piernas hinchadas y celulitis a menudo van de la mano)

– alteraciones hormonales (síndrome premenstrual, ovulación…)

– poca hidratación (¡que no bebemos!)

– exceso consumo de sal

– estar demasiado tiempo sentada o demasiado tiempo de pie

– uso de medicamentos como los antiinflamatorios, corticoides, etc

A nivel patológico, algunas enfermedades también son la causa de una retención de líquidos. Por ejemplo alteraciones de tiroides, problemas cardiovasculares o enfermedad renal o hepática.

¿Qué puedes hacer tú para aliviar la retención de líquidos?

Como ya te he dicho muchas veces que en el cuerpo todo tiene que estar en equilibrio, pues aquí también de eso se trata. Equilibrio es salud; desequilibrio es enfermedad.

En este caso, los protagonistas de este (des) equilibrio son el sodio y el potasio. Y para prevenir, evitar o mejorar la retención de líquidos vas a aumentar el consumo de potasio y disminuir el de sodio.

Los alimentos más ricos en potasio, además, están riquísimos ;P, fíjate:

Plátano, espinacas, papaya, ciruelas, aguacate, champiñones, calabacín, frutos secos, tomate… ¡Qué maravilla, verdad!

Si sufres de retención de líquidos también puedes añadir a tus menús alimentos diuréticos como los espárragos, la alcachofa, el pepino, la berenjena, la piña, la sandía o el te verde. Y obviamente, aquellos alimentos ricos en sodio van a tener que desaparecer o por lo menos, disminuir. Y estoy segura que casi no hace falta ni que te los cuente, porque ya puedes intuir cuáles son: aquellos que te dan más sed cuando te los comes.

Quesos curados, embutidos y carnes procesadas, snacks y alimentos precocinados, productos (fíjate que no digo alimentos sino productos, con toda la ironía del mundo) que contengan glutamato monosódico, citrato de sodio, propionato de sodio y otros aditivos

¿Algún consejo más?

Pues sí, dos consejos muy importantes.

El primero, es obvio: bebe agua. No voy a decir cuánta agua tienes que beber porque varía mucho según la estación, la persona y lo que hemos comido. Si tu alimentación se basa en abundancia de vegetales y ensaladas, no necesitas beber tanta agua porque ya «te la estás comiendo». Fíjate ese día que comes cero vegetales, o comida rápida o precocinada. ¿Verdad que tienes mucha sed? Pues eso, en una alimentación antiinflamatoria como la que siempre recomiendo nuestro cuerpo no nos pide tanta agua como lo hace con aquellas personas que siguen la dieta de la cafetería (ya me entiendes a qué me refiero: pasta, fritos, rebozados y cero vegetal).

Así que para saber cuánta agua tienes que beber mi mejor consejo es que reconozcas la sensación de sed.

Y el segundo consejo tan o más importante es que te muevas. ¡Que eres un animal, no una planta! Miles de veces he dicho que el deporte es la polipíldora que puede curarlo todo y aquí lo reafirmo una vez más. Muéveta, pasea, nada, ve en bici, salta, baila…. lo que sea para que tu cuerpo y tu circulación se mueva.

Si sigues todos estos consejos estoy segura que tu retención de líquidos mejorará. Cuéntame, ¿cómo llevas tú esa sensación de piernas hinchadas en verano?

Crema de aguacate y melón (y puntazo de gambas)

Crema de aguacate y melón (y puntazo de gambas)

Suave, con cuerpo y absolutamente deliciosa. Menos pesada que una crema de aguacate y más nutritiva que una crema de melón. Esta crema ligera es un elixir para tu aparato digestivo, rica en grasa saludable, potasio y baja en carbohidratos, y si le das el toque de las gambas seguro se convertirá en el mejor de tus entrantes de este verano.

(Aquí la tienes con su análisis nutricional).

Ingredientes para 4 raciones:
2 aguacates medianos

2 tajadas de melón

200 gramos de gamba roja, cruda

1 vaso de zumo de limón

1 vaso de agua muy fría

1 pizca de jengibre fresco rallado

1 cp de aceite de oliva virgen extra
Preparación:
  1. Pasa por la plancha las gambas peladas y reserva.
  2. Tritura los aguacates y el melón troceados, junto con el zumo de limón y una pizca de jengibre, en el vaso de la batidora.
  3. Rectifica su textura con agua fría para conseguir una crema muy ligera.
  4. Sirve con las gambas por encima y adereza con aceite de oliva.

Imagínate: después de un día de playa con risas y paz, llegas a casa y tras la ducha te plantas esta crema que calma la sed de tu piel y entra que ni te enteras… Deliciosa.

¡Bon appétit!

Receta de gazpacho de sandía y feta

Receta de gazpacho de sandía y feta

Pruébala. Te lo digo ahora como primera palabra de esta entrada para que no la pases por alto. Sí, ya sé que hay tropocientasmil recetas de gazpacho y que no quieres ni una más… pero es que esta, en serio, desde que la descubrí el verano pasado (receta original de Chloé Sucrée) no hemos dejado de hacerla. En casa, es nuestra preferida. Está el «gaspacho», y ESTA receta de gazpacho.

Es mucho más digerible que un gazpacho tradicional, más refrescante, y el toque del queso feta y el cebollino, ese jugueteo entre el dulce y salado, es pura delicia para el paladar.

(Aquí la tienes con su análisis nutricional).

Ingredientes para 4 raciones:
4 tajadas medianas de sandia

1/2 unidad mediana de pepino

6 unidades medianas de tomate tipo pera

70 gramos de queso feta

200 gramos de tomates cherry

10 gramos de cebollino picado

1 diente de ajo

60 gramos de aceite de oliva, virgen

2 cucharadas de café de vinagre
Preparación:
1. En tu robot de cocina pon la sandía, tomates pera, pepino, 2 c.s de vinagre, ajo y pizca de sal.
2. Tritura, y ve agregando poco a poco el aceite de oliva.
3. Rectifica de sal si es necesario y guarda en la nevera.
4. Sirve en platos con el queso feta machacado, tomatitos cherry a cuartos y cebollino picado. Y un chorrito de aceite.

¿Hay algo más refrescante y apetecible con estos calores que este delicioso gazpacho de sandía y feta? Venga, pruébalo y me cuentas ;

Otro preferido en casa para soportar el calor y con la sandía como protagonista es el Granizado de sandía y lima que publiqué aquí.

¡Bon appétit!