Por riquísimos y por sencillos

El otro día, rememorando viejas glorias televisivas, vi un capítulo de una de mis series favoritas: Friends. En este, Ros confesaba una manía suya: no le gustan los helados. Y me quedé pensando si conocía a alguien que no le gustara semejante ricura. Y no. No conozco a nadie. Puede que haya gente que ni fú ni fa, ¿pero que no le gusten nada nada los helados?

En mi familia, como la peque de la casa se pirra por los helados, da igual forma, textura o sabor, mientras sea un helado se lo zampa, tuve que ponerme las pilas hace años para hacerlos en casa si no quería que mi churumbela llegara a la pubertad diabética. Porque sí, los helados convencionales están abarrotados (y más, y más) de azúcar, colorantes, palma y otras porquerías.

Así que si de vez en cuando te apetece un Negritón, tómatelo, tampoco somos unos healthy-radicales aquí… Pero si va a ser más a menudo que «de vez en cuando», toma nota. Te presento mis 4 favoritos. Cuatro espectaculares. Los cuatro que hago más a menudo en casa, unos por su sencillez (pim pam y tómatelo) y otros, más currados, por su exquisitez.

Granizado de sandía y lima:

  • media sandía sin piel ni pepitas, cortada a cuadros y congelada.
  • zumo de una lima

Echa la sandía congelada en tu Vitamix o robot potente de cocina y tritura un minuto. Añade el zumo de lima y mezcla. Disfruta de su frescor. La combinación de sandía con el punto ácido de la lima queda espectacular. Y si quieres, puedes añadirle aún más frescor sirviéndola con unas hojas de menta.

Mi básico:

  • 3 plátanos congelados
  • 2 c.s. crema de coco (la leche de lata)
  • 2 dátiles
  • 1 c.c. canela o vainilla

Simplemente congela los plátanos. Yo siempre tengo en mi congelador para hacer diferentes smothies o helados. Échalos en tu Vitamix o robot, junto con el resto de ingredientes. Tritura y disfruta. Puedes echarle diferentes toppings, como almendra picada, coco rallado, etc. Y a esta base, puedes añadirle otra fruta o incluso cacao, para hacer tus propias versiones heladeras. Hace un año te enseñaba uno de mis helados más simples y buenos en este post.

 

helados espectaculares marta mato

El Frigopie de Elka

Este sí que en casa, nuestra primera vez, fue un flipe total. Lo aprendí de Elka Mocker, más conocida como Lala Kitchen, que fue una de las pioneras con los helados naturales.

  • 200 gr de fresas
  • 3/4 taza de leche de coco (de lata)
  • 80 gr de anacardos
  • 40 gr de aceite de coco
  • 1/2 vaina de vainilla
  • 1/3 de taza de sirope de ágave

Para este vamos a hacerlo al revés: primero batimos en el robot o batidora, y luego congelamos. Lo ideal es hacerlo en heladera, pero si no tienes, se trata de ir sacándolo del congelador para darle unas vueltas y que no cristalice.

El súper-mega-rico

Es que no se me ocurre otro título. Está ri-qui-si-mo. Y juro que mi opinión no tiene nada que ver con que me chiflen los aguacates. Es que de verdad está de miedo.

  • 300 ml crema de coco
  • 3 aguacates
  • zumo de 1/2 limón
  • 2 c.s. sirope de ágave o miel cruda.

Tienes 2 opciones: puedes triturar todo junto y luego congelar (esta es la mejor opción si tienes heladera), o puedes congelar el aguacate y triturar luego junto con el resto de ingredientes.

Yo, de verdad que lo siento en el alma por Ros y su manía con las cosas frías… Y entre tú y yo: me alegro que a mi pequeñaja le gusten tanto los helados. ¡Uno para tí, otro para mí! ¡Y que no cunda el pánico! Son healthy total…

 

Si pruebas alguna de estas delicias cuéntame, ¿cuál te ha gustado más? ¿O tienes alguna otra receta estrella que quieras compartir?

2 Comentarios

  1. Me han gustado las recetas, ya que a mis nietos les encantan los helados, y se los haré. Y aprovecho para pedirte visita para Septiembre, un saludo

    Responder
    • Juana, seguro que os gustan porque además de fáciles son deliciosos! Sobre pedir hora, te contesto en privado ;P.
      Muchos abrazos!

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Desayuno. Café a prueba de balas.

Quizá te suena de haberlo visto por redes sociales. O te lo ha contado tu compi de gimnasio. O lo has probado ya. O te da la sensación que te estoy hablando en chino. Café bulletproof, conocido también como «a prueba de balas».

Desayuno. Yogur con granola

En este blog ya tienes varias entradas sobre los mitos que rodean el concepto del desayuno (aquí), y algunas ideas para que rompas el ayuno nocturno (aquí). Pero hoy se me ha ocurrido abrir dentro de la categoría de «Recetas», una exclusiva para los desayunos. Así que hoy te presento mi desayuno más habitual este verano: Yogur con granola.

Paquetitos de calabacín

Podría haber titulado esta receta «raviolis de calabacín» o incluso «canelones de calabacín». Así seguro que Google me hubiese posicionado mejor porque, bien pensado, nadie va a buscar una receta que se llame «paquetitos». Pero mira, me ha salido así. Y es que parecen paquetitos.
Bueno al lío. Esta receta es buenísima. La hacía ya hace años cuando impartía un extraescolar para niños de Primaria que se llamaba MiniXef. Y siempre que la hacía, flipaban.
Flipar todo lo que un niño puede flipar cuando una receta «demasiado sana» está rica y deliciosa. Y además, es que te la voy a presentar de dos maneras. La ligera y veraniega, y la más plato contundente.
Mira qué bien, dos recetas en una.

6 usos que puedes darle al pollo desmechado

Llámalo pollo desmechado, desmigado, deshilachado o como más gustes. La cosa es que este trozo de carne hecha hilos te soluciona y de qué manera unas cuantas comidas y/o cenas.
Te dejo primero la receta por si no lo has hecho nunca. Y si es así, en serio, acostúmbrate a comprar pechugas de pollo y tener un tupper de pollo desmechado en la nevera. Luego ya, si eso, me cuentas