Lo que siempre quisiste saber sobre el desayuno… y nunca te contaron

Lo que siempre quisiste saber sobre el desayuno… y nunca te contaron

El desayuno de los campeones.

Imagino que recuerdas el anuncio del que te hablo. ¿De verdad la primera ingesta del día de un campeón es un producto cuyo ingrediente principal es el azúcar? Este tema es uno sobre los que más preguntas recibo, así que, hablemos del desayuno:

Dicen de él que es la ingesta más importante del día. Y debe de serlo, puesto que es la comida que más normas inquebrantables tiene. Puedo quitar los cereales en la cena; recomendar empezar la comida de mediodía con una ensalada; lo que sea será bien aceptado. ¡Pero por Dios, que no os quite el café con leche de la mañana, las tostadas o cualquier otra de vuestras costumbres matutinas! El desayuno es el hábito más arraigado en nuestro día a día, y el que más dudas y problemas plantea en una de mis sesiones de coaching nutricional.

Vayamos por partes:

 

¿Es el desayuno la comida más importante del día?

Pues no. Para nada. Así que, si eres de las que te levantas antes que cante el gallo, y tienes que salir de casa a las 6 de la mañana sin tiempo para desayunar, no te preocupes que no te vas a desmayar de camino al trabajo. Puedes salir de casa sin desayunar. Pruébalo, anda. ¿Ves?

La mayoría de estudios que relacionan el desayuno con un mayor rendimiento escolar, o con el alta/baja tasa de obesidad, por ejemplo, son observacionales. Es decir, generalmente los padres que dan un desayuno equilibrado a sus hijos antes de ir al colegio suelen ser familias de un nivel socio-económico alto o medio, y que se preocupan por la alimentación de sus hijos. De manera que el buen rendimiento escolar, puede deberse a otros muchos factores como el interés de que estudien, la elección de las actividades extraescolares, y del entorno en el que viven. Pero no hay ninguna relación causa-efecto sobre el desayuno matutino y el rendimiento académico.

 

Alimentos «de desayuno»

Esa falacia sí que me hace gracia: que exista en el mercado cosas «de desayuno». Cereales de desayuno. Zumo de desayuno. Galletas de desayuno…. ¡Incluso leche de desayuno (creo que la llaman algo así como «mañanas ligeras»)! ¿En qué momento la naturaleza nos dio alimentos para una hora concreta del día?

Y es que nos lo hemos creído tanto, que todos, absolutamente todos, creemos conocer la fórmula del desayuno perfecto: leche – fruta – cereales. ¿A que sí? Nadie se sorprende si decimos que desayunamos cada día un bol de cereales de desayuno, aunque estén repletos de azúcar, harinas refinadas, y pocos nutrientes. Esos, bañados en una leche de muy dudosa calidad nutricional, y un zumo envasado, que aunque en realidad sea un líquido azucarado que no nos aporta otra cosa que glucosa y calorías vacías, nos limpia la conciencia al interpretarlo como «fruta». En cambio, si contamos que desayunamos una ensalada y unos huevos, aunque obviamente son alimentos mucho más saludables, ¿qué comentarios crees que recibiríamos? Como mínimo, caras de asombro.

Nos hemos dejado engañar por los eslóganes publicitarios y vemos como normal y muy aceptable romper el ayuno con algo de bollería. Y así, como hemos desayunado, ya hemos cumplido. Pues déjame decirte que, antes de optar por este tipo de desayuno, mejor ayuna. Si el desayuno es realmente la ingesta más importante del día, ¿por qué lo llenamos de opciones tan poco saludables?

¿Qué desayunar entonces?

Lo que quieras, mientras sean opciones sanas. Lo que siempre digo: elige alimentos, y no productos. (Creo que esta frase la he escrito en todas mis entradas. Igual podría ser mi eslogan…).

 

  1. Desayuna cuando tengas hambre. Si sales de casa a las 7 de la mañana con el estómago cerrado, no comas. Si a la hora del desayuno en el trabajo son las 9 y tienes más sed que hambre, o no te entra un gran desayuno, no comas. Es decir, si a las 2 horas vuelves a tener hambre, a las 9 o has comido poco, o eso no era hambre de verdad.
  2. No es cierto que necesites desayunar para obtener energía. La energía debe provenir de tu cuerpo, no depender de algo fugaz que en media hora estará digerido. ¿De verdad le vas a dar ese poder a un cruasán?
  3. Desde el punto de vista nutricional, puedes desayunar lo que quieras siempre y cuando haya una coherencia con respecto al resto de nuestras ingestas. Desde luego, mucha mejor elección son los huevos o alubias británicas que el bol de azúcar en forma de cereales o de galletas que comemos los españoles.

Mis opciones preferidas:

Mi primera elección suele ser algo de fruta. A veces la sustituyo por ensalada pero empezar el día mordiendo una naranja o un plátano, o un dulce melocotón en verano, me prepara para una mañana llena de actividad.

Luego suelo desayunar algo de proteína acompañada de vegetales. Eso es, casi siempre, huevos camperos no-fritos, escaldados o revueltos, con verdura que me sobró de la noche anterior, o algo de fruta.

A veces, cuando estoy más caprichosa, me preparo un pudding de chía. Eso siempre que por la noche me haya acordado de poner las semillas en remojo… Por la mañana las mezclo con kéfir o yogur de cabra o de coco, y las enriquezco con trocitos de fruta y frutos secos.

Y mi opción preferida sn duda es…¡los restos de la cena! Un poco de tortilla de patata de anoche o las sobras de verdura calentadas en la sartén con un huevo o jamón ibérico añadido… Eso sí es un desayuno de campeones.

desayuno 2

Eso sí, entre semana yo desayuno en casa y muy tarde, cuando tengo HAMBRE. Y «hambre» así en mayúsculas. Porque mi trabajo así me lo permite, y bajo mi techo tengo mi hogar, mi oficina y hasta mi gimnasio. Pero si tu única opción es un bocadillo porque te es lo más práctico para llevarte, apunta:

 

  1. Escoge pan de larga fermentación y con levadura madre.
  2. El relleno suele ser proteico, así que las mejores opciones son: huevo duro, tortilla, jamón ibérico, sardinas en lata, caballa en conserva o, por qué no, restos de la cena del día anterior.
  3. Ahora que lo tienes más o menos listo, embadúrnalo de todos los vegetales que puedas: unta el pan con aguacate, o corta el mismo a trocitos; lechuga, canónigos, rúcula y hojas varias; zanahoria rallada; patés vegetales (el de alcachofa, me chifla); rodajas de tomate; germinados… ¡Abre la nevera y busca opciones!

 

El desayuno no tiene por qué regirse por normas diferentes a las del resto de las ingestas. Y por los horarios laborales habituales, tiene que serte cómodo de preparar, y lo mismo puede ser fugaz que el desayuno de un rey. Busca cuál es tu mejor opción, pero recuerda siempre que es mejor no desayunar, a escoger productos de baja calidad nutricional.

Planazo: si quieres saber más sobre el desayuno, aprender y cocinar diferentes opciones saludables y pasar una buena mañana, el sábado 2 de marzo imparto un taller en Barcelona. Tienes toda la información en esta página de la organizadora, Meraki by Marta. ¿Cocinamos junt@s?

Desayuno. Café a prueba de balas.

Quizá te suena de haberlo visto por redes sociales. O te lo ha contado tu compi de gimnasio. O lo has probado ya. O te da la sensación que te estoy hablando en chino. Café bulletproof, conocido también como «a prueba de balas».

Desayuno. Yogur con granola

En este blog ya tienes varias entradas sobre los mitos que rodean el concepto del desayuno (aquí), y algunas ideas para que rompas el ayuno nocturno (aquí). Pero hoy se me ha ocurrido abrir dentro de la categoría de «Recetas», una exclusiva para los desayunos. Así que hoy te presento mi desayuno más habitual este verano: Yogur con granola.

Paquetitos de calabacín

Podría haber titulado esta receta «raviolis de calabacín» o incluso «canelones de calabacín». Así seguro que Google me hubiese posicionado mejor porque, bien pensado, nadie va a buscar una receta que se llame «paquetitos». Pero mira, me ha salido así. Y es que parecen paquetitos.
Bueno al lío. Esta receta es buenísima. La hacía ya hace años cuando impartía un extraescolar para niños de Primaria que se llamaba MiniXef. Y siempre que la hacía, flipaban.
Flipar todo lo que un niño puede flipar cuando una receta «demasiado sana» está rica y deliciosa. Y además, es que te la voy a presentar de dos maneras. La ligera y veraniega, y la más plato contundente.
Mira qué bien, dos recetas en una.

Zumo verde bronceador

Zumo verde bronceador

Hace ya unos cuantos años que nos llegó la moda de los zumos verdes. Primero era algo excéntrico que practicaban las celebrities, luego las grandes gurús de la alimentación, nutricionistas, coaches, cocineros e incluso bloggers influyentes empezaron a sacar libros de recetas de zumos verdes. Todo son modas. Pero a veces las modas están bien! Oye, ¡ojalá todas las modas nos aportaran tantos beneficios como la moda de los zumos verdes!

En uno de los talleres que impartí hace un tiempo sobre zumos verdes (¡qué tiempos aquellos en los que mis talleres eran presenciales…!), conté que no todo zumo de color verde podía considerarse un zumo verde, ni todo zumo verde era… ¡de color verde! ¿Me explico? Va, vuélvelo a leer, que te espero…

Un zumo verde auténtico tiene una fórmula mágica con la que nunca fallas. A partir de ésta, échale imaginación y déjate seducir por los sabores frescos y revitalizantes. ¡Las combinaciones son infinitas!

VERDURA HIDRATANTE + VERDURA DE HOJA VERDE + 1 FRUTA + 1 SUPERFOOD O TOPPING 

Verdura hidratante
  • Pepino
  • Hinojo
  • Apio
Verdura de hoja verde
  • Lechuga
  • Espinaca
  • Acelga
  • Col kale
  • Col rizada
Fruta
  • Limón
  • Manzana
  • Pomelo
  • Naranja
  • Pera
Superfood
  • Jengibre
  • Polen
  • Semillas de cáñamo
  • Semillas de chía

Tal como te expliqué en este otro artículo, entre los expertos en zumos verdes que llenan las librerías de recetas y explican sus propias fórmulas, hay 2 grandes grupos: los que abogan por triturados y los que lo hacen en favor de los licuados. ¿La diferencia? La pulpa. Yo, por cierto, soy de los que no quiero pulpa en mi zumo. Sí, ya sé que es buena y que contiene mucha fibra. Pero generalmente yo prefiero un zumo sin pulpa por varias razones:

1- La fibra en ayunas me «empacha» el estómago.

2- Si me tomo 1/2 L de zumo en ayunas… Con fibra no sería capaz de tomarme ni 200 gr…

3- La fibra, que tomo mucha, me la tomo en la ensalada, en las hortalizas, en las patatas, en fin… en el desayuno no la hecho de menos para nada.

4- A todo esto, y como buena defensora de la flexibilidad, si me apetece un smoothie (o sea batido, triturado) pues me lo tomo y punto.

Bueno, pues adaptando esta lección de zumos verdes a la estación y a mis necesidades de preparar mi piel para el verano ya mismo, te cuento MI zumo verde del momento.

INGREDIENTES:

  • 1 manzana
  • 5 zanahorias
  • 1 puñado de espinacas
  • 1 rodajita de jengibre
  • 1 cucharada de polen

Lavamos y cortamos todas las verduras. Licuamos. Añadimos el polen, y tomamos. Vamos a la playa o pisicina, nos ponemos protección, y cuidamos nuestra piel y mucosas mientras nos ponemos guapas.

Bueno, y ya si quieres un extra de betacarotenos y antioxidantes para tu piel, tómate la fórmula recién actualizada de las Caps Protect de Ringana y presume de una piel radiante, sana y bronceada en un periquete. Yo me las empecé a tomar hace ya un mes porque me protegen también de la luz azul de las pantallas, así que con tanta antelación, ya te contaré cómo va el bronceado este verano ;P (Aquí tienes más información de las Caps Protect)

¿Tienes tú algún truco para cuidar tu piel en verano? ¿Desayunas zumos verdes? ¡Cuéntame!