Plantas aromáticas en tu cocina

En la buena tradición culinaria nunca falta el uso de las hierbas y plantas aromáticas. Recuerdo la cocina de mi abuela, con tarros de cristal de plantas varias. Tomillo, manzanilla, romero, laurel… Un buen puchero o sopa siempre lleva esas hojas de tomillo. O ese guiso con una brizna de romero. Ambos terapéuticos, delicisos y reconfortantes…

Los aceites esenciales de una planta, se obtienen destilando la misma, y concentran las moléculas aromáticas de ésta.

Es decir, una gota de aceite esencial de tomillo contiene todas las moléculas aromáticas del tomillo. Una gota, por lo tanto, es muchísimo más potente que el puñado de hojas que puedas usar de la planta.

La Naturaleza nos ofrece maravillosas plantas que podemos usar en nuestras cocinas. Y sus aceites esenciales son la parte más poderosa de éstas.

¿Qué beneficios me aporta cocinar con aceites esenciales?

Pues tal como acabas de leer, el principio activo de la planta aromática se concentra en su aceite esencial. Es fácil, pues, deducir qué beneficios tiene cocinar con los aceites esenciales.

A nivel terapéutico, una sopa de tomillo que podríamos tomar para recuperarnos de una gripe o malestar, es mucho más curativa si la cocinamos con a.e. de tomillo. Cocinar con aceites esenciales, pues, tiene un objetivo terapéutico, de cuidar tu salud y la de los tuyos.

En el caso de seguir una alimentación antiinflamatoria el uso de aceites esenciales nos facilita muchísimo el trabajo enriqueciendo tu menú con sustancias inmunomoduladoras y antioxidantes altamente antiinflamatorias. Puedes aprender más sobre este tema aquí.

A nivel organoléptico, esto es, su sabor, ganamos en intensidad. Vamos a usar tansólo un par de gotas para un guiso de cuatro comensales, y ganaremos en un sabor algo distinto al que estamos acostumbrados en la planta seca; un sabor más profundo.

Añadiría además que cocinar con aceites esenciales te invita a hacerlo con consciencia plena. A reservar ese rato para pensar, enriquecer, cocinar y elaborar con cariño y cuidado esos manjares que vais a disfrutar en casa. Cocinar es un arte y un acto de amor hacia los tuyos. ¡Ojalá tuviéramos más tiempo para hacerlo de forma consciente y tranquila! ¿verdad?

En fin, que si no tenemos tiempo, cocinar con aceites esenciales tendrá el mismo efecto terapéutico y quedarán igual de delciosos. Pero el cariño y el tiempo que le dedicamos, yo creo que se nota en el resultado final 😉

¿Todos los aceites esenciales se pueden ingerir?

No. Hay algunos aceites esenciales, algunas plantas, que no son comestibles. Sin embargo, de entre los que sí son comestibles también deberíamos puntualizar. Pues que sean comestibles o no depende de su grado de pureza y de la calidad del proceso de elaboración. Imagínate, si el aceite esencial concentra tantos componentes de la planta, cuán importante es garantizar su pureza para que puede asegurarse su ingesta.

El sello Seed to Seal de los aceites esenciales de Young Living nos garantiza que están libres de pesticidas y de cualquier producto y proceso químico desde la tierra  donde se cultivan, el agua de sus riegos, la semilla que usan y los cuidados de la planta hasta que se destila para elaborar el aceite esencial.

Esto nos garantiza un aceite esencial de una pureza inigualable y apto para el consumo humano.

Cómo usarlos

Hay dos principios que debes recordar cuando vayas a usar los aceites esenciales en tu cocina:

1- Las moléculas aromáticas de los aceites esenciales son muy volátiles y por encima de 65º C se desnaturalizan.

2- Los aceites esenciales no son hidrosolubles, por lo tanto si los echas directamente en el cazo quedarán flotando en el agua sin ninguna gracia.

Teniendo estos dos principios claros, puedes cocinar tranquilamente con tus aceites esenciales. Si quieres añadirlos a tu guiso, apaga el fuego, espera a que se temple un poco y añade los aceites esenciales.

La forma como los añadimos es con la técnica del palillo: introduce un palillo en la botellita de aceite esencial, vuelca para que se impregne de aceite, y mete el palillo en el guiso dándole unas vueltas.

Otra forma, quizá la más fácil de introducir los aceites esenciales en la cocina es en las preparaciones frías: en ensaladas, helados, batidos y bebidas. Es muy fácil hacer una vinagreta o salsa con aceite esencial de albahaca o limón, por ejemplo, en una proporción de 1 gota de aceite esencial por cada 100 ml de aceite vegetal (de oliva).

Mi primera vinagreta

Si nunca has cocinado con aceites esenciales te recomiendo que empieces por aquí. Recuerda la proporción de 1 gota de a.e. por cada 100 ml de aceite vegetal:

– 1 g a.e. tomillo

– 1 g a.e. romero

– 1 g a.e. mandarina

– 100 ml aceite de oliva virgen extra

– pizca de sal

Mezcla bien en un tarro con tapa, para poder agitar. Sirve con una ensalada o verduras a la parrilla u horno. La mezcla de plantas con cítricos es deliciosa.

¿Te atreves y me cuentas? ¿Has empezado ya a usar los aceites esenciales en tu cocina? Puedes compartir en comentarios tus dudas o logros, y si lo prefieres, agendamos una reunión para aprender más (aquí).