¿Estreñimiento? Tu microbiota tiene la solución

¿Estreñimiento? Tu microbiota tiene la solución

¿Sabes que los primeros estreñimientos datan de por lo menos el s. XVIII? Algo tan sencillo como comer – digerir – evacuar… parece que a menudo no es tan simple.

Se considera estreñimiento a la dificultad de ir de vientre entre 2-3 veces a la semana y por lo general, con heces duras y secas.

Cuando eso ocurre, ni los supositorios ni los laxantes son la solución porque éstos últimos además acaban empeorando el problema.

¿Por qué vas estreñida?

Lo primero que deberíamos hacer es averiguar la causa de tu estreñimiento:

¿Será por una dieta demasiado seca, rica en harinas y pobre en frutas o vegetales?

¿Debido a los efectos secundarios de algún medicamento?

¿Quizá sufres estreñimiento sólo cuando viajas (una de cada dos personas lo sufren cuando están fuera de casa)?

¿Podríamos estar ante una Diabetes Mellitus no diagnosticada?

¿O a un problema de tiroides?

Obviamente esto no es tan sencillo pero con la ayuda de tu nutricionista y de tu médico seguro que averiguamos la causa.

Una vez descartadas posibles intolerancias, alergias y las causas que acabamos de mencionar, toca actuar.

La primera norma: mira tus heces.

Te lo digo en serio, la costumbre de mirar cómo son nuestras heces te puede ayudar a averiguar muchísimas cosas.

En la tabla de aquí al lado tenemos la “Escala de Bristol”, una herramienta para describir los distintos tipos de heces que hay.

Lo ideal sería que tus heces se parecieran al tipo 4. Si es así, no modifiques nada de lo que estés haciendo porque seguro que disfrutas de una microbiota intestinal sana y eficiente.

ir de vientre

Hay vida dentro de ti: la microbiota

La microbiota es el conjunto de los microorganismos (todas las bacterias, arqueas, eucariotas y virus) presentes en un entorno definido. La microbiota que se situa en el tracto intestinal se la denomina, pues microbiota intestinal.

La microbiota intestinal de un individuo medio se compone de más de 100 billones de microorganismos y pesa alrededor de 200 gramos. Tienes de 150 a 200 veces más genes en tu microbiota intestinal que en el conjunto de tus células.

Toda esta gran (enorme) población en tu interior tiene 4 funciones principales:

1- Función metabólica. Es decir, se dedica a fermentar los alimentos no digeribles, a absorver los nutrientes (vitaminas, aminoácidos, etc.) mediante las células del intestino para favorecer la digestión.

2- Función de barrera. Tu microbiota te defiende contra los microbios y toxinas. Y además son las responsables de formar la película mucosa que protege tu pared intestinal.

3- Función de defensa. Y es que tu microbiota intestinal es el campamento base de tu sistema inmunológico.

4- Función de mantenimiento. Mantiene la mucosa intestinal, el buen funcionamiento del tubo digestivo y la actividad enzimática de la mucosa.

Como ves, te interesa cuidar tu microbiota no sólo si sufres estreñimiento, sino por el cuidado de tu salud en general.

Para ello debes distinguir entre probióticos y prebióticos. Los primeros son microorganismos vivos que en las cantidades adecuadas otorgan un beneficio en la salud del huésped…que eres tú. Y los segundos son fibras no digeribles que sin embargo nutren a los primeros. Entre los prebióticos encontramos fructooligosacáridos, galactooligosacáridos, oligofructosa e inulina.

Te dejo el enlace aquí de una interesantísima entrevista de Gut Microbiota News Watch: entrevista.

Dicho esto, tu alimentación dedicada a cuidar tu microbiota debería centrarse en la pareja que te acabode presentar. Sin embargo, para remediar el estreñimiento hasta no hace muchos años se ponía énfasis en tomar fibra. Y actualmente se ha comprobado que eliminarla puede ser incluso mejor solución. ¿Por qué? Porque si sufres estreñimiento es que tus heces están alojadas en el último tracto del recto y no pueden salir. Si comes más fibra, lo que sucederá es que tus heces todavía se compactarán más.

La ingesta de fibra en estreñimiento crónico produce gases, flatulencias y distensión abdominal, causando malestar y dolor.

Conclusión

Si sufres estreñimiento la clave está en el cuidado de tu microbiota intestinal. Y para ello deberías asegurarte que en tu mesa haya especias, MAC (carbohidrato accesible para la microbiota), alimentos fermentados como el chucrut, yogur y kéfir, cebolla, ajo, plátano…

¿Te das cuenta de la importancia de cuidar tu microbiota? ¿Crees que tienes una buena salud intestinal?

5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre

5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre

Venga, dílo: ¿Qué tiene de arte el ir de vientre? Pues mira, creo que entre que media humanidad va estreñida, o va demasiado, o tiene gases, o no va… Y entre todo lo que se está avanzando en cuanto a los descubrimientos sobre la parte de tu aparato digestivo que llega a su fin… la verdad, casi casi que ir de vientre se convierte en todo un arte. ¡Cucha!, que no todo el mundo sabe ir y sabe hacerlo bien, ¿a que no?

Bueno, pues en esas estamos. La semana pasada te di las primeras pautas para activar tus defensas, y si escuchaste bien el podcast deberías de haber entendido que tu intestino tiene muchísimo que decir acerca de tu batalla contra los virus. Así que, se me ha ocurrido hablar más profundamente sobre este escatológico y apasionante tema, porque segurísimo que te voy a ayudar… y sorprender.

Contigo, el «5 cosas que deberías saber sobre el arte de ir de vientre»:

1.Tu intestino está en estrecha relación con tu sistema inmune: el 80% de éste se encuentra en el primero. En él, en el intestino, se haya el escenario principal de las bacterias, que se sitúan en un depósito delimitado, la mucosa intestinal (y no se acercan amenazadoras a nuestras células). El sistema inmunitario puede jugar ahí sus batallas sin que haya peligro alguno para nuestro organismo. Cúidalo, te protegerá.

2. La estrechísima relación que hay entre tu intestino y… tus emociones. El experimento de los ratones que nadan es el más relevante en el campo de la investigación en depresión y motivación. Se trató de observar cuánto tiempo nadaban unos ratones metidos en un vaso circular lleno de agua… hasta llegar a la otra orilla (orilla que, como el vaso era circular, no llegaba nunca). ¿Cruel? Sí, como todos los experimentos con animales. Pero a lo que voy: Alimentaron con bacterias probióticas la mitad de los ratones, y observaron que éstos estaban más motivados a seguir nadando que sus compañeros no suplementados. El grupo suplementado, además, obtuvo mejores resultados en las pruebas de memória y aprendizaje, y tenía menos hormonas de estrés en sangre. Adicionalmente, cuando se los cortaba el nervio vago (el que va directamente de tu intestino a tu cerebro), desaparecían las diferencias entre los grupos de ratones. Ámalo, te hará feliz.

3. Sensibilidad al gluten no celíaca y otras intolerancias alimentarias. A los cereales no les gusta que se los coman. Por eso cuando te comes un cereal, éste suelta una pequeña cantidad de saponinas y lectinas, que no hacen otra cosa que inflamar tu intestino. En tu interior, el gluten puede viajar sin ser digerido en parte a través de las células intestinales. De esta forma las proteínas del trigo llengan a zonas donde no deberían de llegar. Esto, tampoco le gusta a tu sistema inmunitario, y sí, también inflama tu intestino. Escúchalo, él te dirá lo que te conviene.

4.¿Sabes cómo es la «caca» ideal? Tres cuartas partes de tus deposiciones son agua. Así que, gracias al contenido óptimo de agua, las heces son suficientemente blandas para transportar hacia el exterior los restos de nuestro metabolismo. Te presento la escala de Bristol, que data de 1977 y muestra la consistencia que puede tener una deposición. ¿La ideal? La tipo 4: marrón, lisa y suave y forma de salchicha. Obsérvalo, no te mentirá.

ir de vientre

5.Siéntate bien para ir al baño. Desde tiempos inmemoriales, sentarse en cuclillas fue la posición natural para evacuar. No fue hasta el s. XVIII que apareció el váter como refinamiento para ese acto tan natural. Defecar en posición de cuclillas relaja la musculatura abdominal de tal manera que nos facilita mucho el trabajo a la hora de eliminar aquello que ya no queremos. Curioso es saber que las hemorroides, trastornos intestinales como diverticulitis o estreñimiento sólo se dan en los países en donde evacuamos sentados en el váter. Así que, si te cuesta ir de vientre, o tienes algún problema intestinal, o simplemente quieres cuidarte más, te recomiendo que (no, no cojas el martillo y destroces tu baño…) tengas un taburete cerca del váter para conseguir un ángulo de 45º cada vez que quieras defecar. Posiciónalo, y se lo agradecerás.

ir de vientre

 

Y ahí están las 5 curiosidades que deberías saber sobre este arte.

Espero que a partir de ahora cuides mejor tu intestino. ¿Sabías alguna de estas curiosidades?