Cuando tu digestión protesta, tus mucosas están detrás del drama A veces comemos bien (o eso creemos), y aun así la barriga se hincha, el estómago se rebela y la energía cae.No, no es que estés rota ni que tengas “digestión lenta por genética”. Lo que suele estar...
Alimentación antiinflamatoria y energía femenina: cómo adaptar tu dieta al ciclo hormonal
La alimentación no solo es gasolina para tu cuerpo: también es una herramienta poderosa para modular la inflamación y favorecer el equilibrio hormonal.
En el caso de las mujeres, escuchar y respetar los ritmos del ciclo menstrual puede transformar la manera en que vivimos la energía, la saciedad y hasta el estado de ánimo.
A través de una alimentación antiinflamatoria adaptada a cada fase del ciclo, podemos acompañar las hormonas, sentirnos más ligeras y evitar esos picos de cansancio, antojos o hinchazón que tantas veces nos pasan factura.
La conexión entre inflamación y hormonas femeninas
Cuando la inflamación está descontrolada, las hormonas se vuelven más inestables: el estrógeno y la progesterona pierden ritmo, la insulina sube y baja con más fuerza, y la energía fluctúa de forma irregular. Esto se traduce en reglas dolorosas, síndrome premenstrual intenso, antojos que parecen incontrolables o sensación de cansancio constante.
Por eso, cuidar la inflamación a través de lo que comemos es una forma de recuperar equilibrio, vitalidad y claridad mental.
Cómo adaptar tu alimentación según la fase del ciclo
Fase menstrual: más carbohidratos, más energía sostenida
En los días de sangrado, nuestro cuerpo tolera mejor los carbohidratos. Aquí conviene aumentar ligeramente la cantidad de hidratos de carbono complejos: boniato, quinoa, arroz integral, avena, fruta fresca.
Esto ayuda a reponer energía y a mantener el estado de ánimo más estable, ya que el cerebro necesita glucosa para funcionar al 100%.
👉 Ejemplo: crema de calabaza con lentejas y arroz integral, ensalada de garbanzos con boniato asado, porridge de avena con frutos rojos.
Fase ovulatoria: proteína y fuerza
La ovulación es la etapa donde solemos sentirnos con más energía, fuerza y seguridad. Aprovecha este momento para priorizar proteínas de calidad y vegetales frescos que apoyen la detoxificación de estrógenos, como los crucíferos (brócoli, kale, coles).
Aquí la alimentación antiinflamatoria con pescado azul, huevos, semillas y aceite de oliva refuerza el rendimiento físico y mental.
👉 Ejemplo: ensalada grande con salmón a la plancha, brócoli al vapor y aguacate; huevos revueltos con espinacas y champiñones.
Fase premenstrual: casi “keto” para calmar antojos
En los días previos a la regla, las hormonas bajan y es normal sentir más hambre, ansiedad y antojos dulces.
La clave es reducir carbohidratos rápidos y aumentar grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva, pescado azul) junto con proteína.
Este enfoque “casi keto” regula el apetito, estabiliza la glucosa y evita los altibajos de energía.
👉 Ejemplo: pechuga de pollo al horno con calabacín y salsa de tahini; huevos duros con aguacate; crema de brócoli con semillas de calabaza.
Claves antiinflamatorias que aplican en todas las fases
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Verduras y hortalizas en abundancia, mejor frescas y variadas.
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Especias como cúrcuma, jengibre o canela, que ayudan a modular la inflamación.
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Fuentes de omega-3 (pescado azul, semillas de lino, nueces).
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Evitar ultraprocesados, azúcares refinados y grasas trans.
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Hidratación adecuada e infusiones que apoyen la digestión y el descanso.
Conclusión
La energía femenina fluye mejor cuando escuchamos nuestros ritmos hormonales y adaptamos la alimentación a ellos. Seguir un patrón antiinflamatorio y ajustar carbohidratos, proteínas y grasas según la fase del ciclo te permitirá sentirte más ligera, fuerte y en calma… sin esa montaña rusa de antojos y cansancio.
Y recuerda: no se trata de hacerlo perfecto, sino de aprender a escucharte y elegir lo que de verdad te hace bien. Que la comida no sea tu enemiga, sino tu aliada para vivir con más energía y alegría.
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