¿Cosmética eco… o Fairy en tu cabeza?
(Atención: este artículo es bastante largo, así que déjalo para cuando puedas prepararte una infusión, y cogerlo con ganas).
La cosmética es una parte importante de nuestros cuidados diarios. Y como sé que a ti también te encanta, hoy voy a hablarte de la cosmética eco. Por cierto, quizá el título te sorprende, pero te prometo que si sigues leyendo le verás sentido.
Primero y antes de empezar te aclaro unos conceptos que suelen confundirse: ¿Sabes la diferencia entre cosmética eco, sin tóxicos, natural o nicho?
La cosmética sin tóxicos es la que está libre de todo aquello que puede perjudicar o agredir de alguna forma nuestra piel. Pero puede que no sea eco, ni nicho, aunque suele ser natural. Un ejemplo de ella es la que vende Cocunat.
La cosmética natural no utiliza ingredientes artificiales en su formulación, aunque no por eso sea eco, ni tampoco todo lo natural es libre de tóxicos. Por ejemplo, Lush, que me encanta, usa ingredientes naturales pero a veces no tan buenos para nuestra piel (cosa que me entristece enormemente porque me encanta la filosofía Lush).
La cosmética nicho es la que está llegando con más fuerza en los últimos años. Y aunque suele ser eco o sin tóxicos, no tiene por qué. En este campo Alicia de Attariat es la reina y me atrevería a decir que la pionera en nuestro país.
Finalmente, la cosmética eco, en la que un porcentaje importante de su formulación es de orígen ecológico.
Mi historia:
Hace muchos años, como veintipico más o menos, me empezó a picar la cabeza. Bueno, el cuero cabelludo. Tras navegar y navegar por distintos dermatólogos y especialistas, asumí que tenía psoriasis en el cuero cabelludo… Uff, menudo bajón me dió… Pero ahora que lo pienso, casi me alegro de ello, porque si es verdad que estuve años comprando los champús de farmacia y las formulaciones que me recetaba el dermatólogo, hubo un momento en que decidí tomar las riendas de mi situación: de pasiva pasé a ser una paciente activa. Esa es la clave, creo yo, de toda curación… y de todo en esta vida: tu actitud activa.
Así que hoy pienso que si como como como (jeje, juego de palabras), sé lo que sé, y me cuido como me cuido, quizá es porque un día me picó la cabeza.
En definitiva, que sin quererlo me convertí en una experta en ingredientes feos para mi cabeza y mi piel.
¿Fairy en tu cabeza?
¿Sabes cuál es el ingrediente principal de tu lavaplatos? El Lauril Sulfato de Amonio (LSA) y el Lauril Sulfato de Sodio (LSS). Exactamente el mismo que el de tu champú tradicional. ¿Cómo? Venga, que te doy unos minutos para que lo asimiles…
Bien, seguimos. Los sulfatos son poderosos detergentes abrasivos que irritan y dañan el cuero cabelludo, debilitan el cabello y estimulan su caída. Son la principal causa de que tu champú haga tanta espuma, pero también de que te pique la cabeza. ¡Me pregunto por qué asimilamos la espuma con poder de limpieza! Es como si algo sin espuma no limpiara, cuando en realidad no es la espuma el agente limpiador.
Luego están las siliconas. Normalmente en algún champú pero sobre todo en los acondicionadores y mascarillas. Las conocerás porque en el listado de ingredientes aparecen con nombres con prefijos como cyclo- , PEG-(número) o sufijos -cone.
Las siliconas las entiendo como un maquillaje para tu melena: son plásticos que enmascaran tu fibra capilar, dejándola suave y brillante, pero no es tuya… es su envoltura. Y el problema de las siliconas es que para eliminarlas tienes que usar un champú lo suficientemente agresivo como uno que contenga sulfatos.
El pez que se muerde la cola.
L’Arganier Organics:
Así llego yo, después de muchos años de comprar, gastar y probar diferentes marcas de cosmética SIN cosas que no quiero y CON ingredientes que me gustan, con L’Arganier Organics. La marca nació de la mano de 3 amigos que creían, como yo, en una cosmética más sostenible y buena para ti y para el medio ambiente. Sólo fabrican 4 productos, y su principio activo principal es el aceite de argán.
Champú de Argán
Este es EL champú. No hay otro que me guste tanto y que me trate tan bien como él. Está realizado con aceite de argán, e indicado en cueros cabelludos sensibles, con caspa, irritados, y cabellos finos y sin volumen. Aunque no hace falta tener la cabeza enferma para usarlo: todos los cabellos se benefician de sus ingredientes, no lleva sulfatos, siliconas ni parabenos. Tiene una textura perfecta, trasparente, y para ser eco y natural, hace bastante espuma. No hay cuero cabelludo que se le resista.
Para mi cabello seco, medio y rizado va genial. Para el cabello de mi hija graso, fino y liso ¡también!
Sérum multifuncional de Argán
Aunque el best seller de la marca es la mascarilla, para mí este serum es mi favorito. Conocí este sérum o aceite seco hace unos 3 años, en verano, y desde entonces somos inseparables. Es todo lo práctico que puede ser un aceite seco: se absorve con facilidad en tu piel, la hidrata, la deja satinada… Pero en verano además me lo reparto por mi cabello antes de entrar en el agua, ya sea playa o piscina, y tras el baño. Y de verdad que mi cabello al final del verano ¡está incluso más sano y bonito que en primavera!
Cuando lo utilizo tras la ducha o antes de mi hidratante facial a modo de sérum me suelen preguntar por mi perfume… Y ya no digo más…
Acondicionador de Argán
Un buen champú necesita una buena pareja. Y ahí está ella. Llámala «acondicionador» o llámala «mascarilla», porque ésta es un dos en uno. En tu día a día puedes usarla como un acondicionador ligero, pero muy agradable de usar e hidratante. Si tienes más tiempo, déjala actuar 15 minutos en tu cabellera y lucirás una melenaza espectacular. Tiene una textura densa pero que se reparte muy bien a lo largo de la cabellera; además, como no es excesivamente líquida, va perfecta para ponértela como mascarilla sin que te caigan chorretones. El resultado es un cabello muy hidratado, nutrido, desenredado y brillante, de aspecto sanísimo.
Ah! Y su aroma… El aroma, igual que el resto de productos de la marca, es indescriptible: algo sensual, ligero, suave… embriagador.
Aceite puro de Argán
La joya de la corona. Un tesoro. Oro líquido. Puedo inventarme otros adjetivos así de increíbles para describirlo, pero hasta que no lo tienes en tus manos y lo pruebas, no lo entiendes. De gran poder nutritivo y regenerador, esta aceite puede usarse de los pies a la cabeza para diferentes indicaciones: tratamiento pre-lavado para el cabello, antiarrugas, protector del frío, regenerante de cicatrices, pre-base de maquillaje… y un sinfín de aplicaciones. Ha sido premiado en 2014 y 2015 como el mejor aceite de argán de Marruecos.
Y su presentación es divina.
Aceite de Argán
En cuanto a cosmética eco y natural, el aceite de argán es uno de los mejores aceites que existen.
No hace mucho te contaba cómo usaba yo el aceite de coco, mi otro enamorado… Y el aceite de argán no se queda corto, y entre los dos forman un estupendo equipo.
- Hidratante
- Nutritivo
- Antiedad
- Regenerador
- No obstruye los poros (comedogénico)
- Trata el acné
- Reduce las estrías
- Efecto relajante
- Cicatrizante
- Ideal embarazadas
- Evita que las uñas débiles se estríen
- Aporta brillo y fortaleza al cuero cabelludo
- Evita que las puntas del cabello se abran
Un tratamiento semanal estupendo para tu cabello es aplicar aceite de argán bien repartido a lo largo de tu cabellera. Envuelve la cabeza en una toalla caliente y relájate como mínimo 1/2 hora (aunque puedes dejarlo como yo, toda la noche). Luego lávate con un champú suave y deja secar al aire. Pelazo sano y bonito.