Pocos alimentos pueden presumir de tener tantas propiedades. Hace muchos años yo decía a mis pacientes que esta fruta era un elixir mágico para las mujeres, para mejorar el aspecto de la piel y del cabello… Pero es mucho más que eso. Y es que esta fruta tropical está considerada una superfood. ¿Por qué? Enseguida te lo muestro:
El aguacate por dentro:
Aunque tiene mala fama, debido principalmente porque «engorda», en realidad su contenido nutricional lo hace apto casi para todo el mundo. El 80% de su carne es fibra y agua, y practicamente no tiene azúcar (los que me seguís ya sabéis que siempre explico que lo que engorda es el azúcar, no la grasa ;)).
La combinación de grasas del aguacate lo hace perfecto para prevenir enfermedades cardiovasculares (70% monoinsaturadas, 16% poliinsaturadas, 13% saturadas). Para saber más sobre el tema de las grasas, te remito a este artículo, esclarecedor y muy bien documentado.
El 80% de sus carbohidratos son fibra, la cual combina su efecto prebiótico con el aumento del volumen fecal.
Puede ser capaz de regular la HTA debido a su contenido en sodio/potasio.
También es muy rico en magnesio, esencial para una infinidad de reacciones metabólicas, para regular el sistema nervioso, aumentar la sensibilidad a la insulina, etc.
Y sobre todo es un cóctel antioxidante: riquísimo en vitaminas antioxidantes C y E, vitamina K1 y vitaminas del grupo B, imprescindibles para un sistema nervioso sano. Y antioxidantes como luteïna, carotenoides, xantofilas… protectores de los radicales libres.
¿En qué te puede ayudar el aguacate?
- Ayuda a reducir el colesterol: reduce el colesterol «malo» (LDL) y aumenta el colesterol «bueno» (HDL).
- Su efecto saciante ayuda a adelgazar.
- Regula los niveles de azúcar en sangre: contiene muy poco azúcar comparado con otras frutas.
- Efecto antienvejecimiento: sus antioxidantes intervienen en la protección de la degeneración macular y como protector dérmico.
- Protector tumoral: hay estudios que lo relacionan en la prevenció de cáncer de próstata, mama y ovario.
Cómo me gusta comerlo cada día:
IDEA 1: Picadillo de aguacate con huevos revueltos. Picamos el aguacate en dados pequeños, junto una cebolla roja, un tomate y pimiento rojo. Lo regamos con aceite de oliva y un punto de sal, y lo servimos acompañado de unos huevos revueltos con cúrmuma y pimienta (la pimienta aumenta el poder antioxidante de la cúrcuma).
IDEA 2: Aguacate relleno con atún. Ideal para cuando los niños (o mayores) tienen un examen, este cóctel de grasas y antioxidantes pone a las neuronas rápidamente en funcionamiento. Chafamos con un tenedor la carne del aguacate con una lata de atún, aceite y sal, y servimos dentro de la misma cáscara de la fruta.
IDEA 3: Crema o gazpacho de aguacate. Combina bien con otras hortalizas, tritura y degusta la suavidad de esta crema.
IDEA 4: Huevos de codorniz, salmón y aguacate. Otro cóctel antioxidante rico en grasas (¡BUENAS!).
IDEA 5: Tártar de atún y aguacate. Igual que el famoso steak tartar pero mucho más sano y más bueno. Picamos un trozo de atún préviamente congelado, con aguacate, cebolla, tomate, ajo, y aliñamos con aceite de oliva, sal y pimienta. Podemos emplatar en forma de cilindro.
IDEA 6: Guacamole. Imagino que sobran las presentaciones. Uno de los patés vegetales más saludables que existe, podemos picar los ingredientes o triturarlos, a gusto del consumidor.
IDEA 7: Añade a todas tus ensaladas y regálate salud con esta pequeño gesto.
Una idea para cada día. ¿Qué te parece? En mi cuenta de Instagram hay muchas más, en hummus (el famoso #humucate), relleno de huevo… porque esta fruta de verdad que me apasiona…
¿Te gusta tanto como a mí? ¡Buen provecho!
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