Comer carne no mola
Si hablamos de modas, ser veggie mola más
Parece como si comer o no carne pudiera tener relación con cómo de buena persona eres, y de la imagen ética, solidaria y tolerante que das. Y si no, fíjate en mí, que como carne y más de una vez se han sorprendido porque «pensaban que era vegana». Que si como muchos vegetales o recomiendo una alimentación basada en plantas (que no exclusiva en ellas), parece que no tuviera que comer carne. Qué cosas tienen las redes sociales, que tenemos que justificarnos por todo…
Vamos a ver en más detalle mi opinión y experiencia de comer o no comer animales:
Necesitas proteínas:
Las proteínas son un macronutriente, pero por suerte tenemos bastantes alimentos ricos en ellas, ya sean animales como vegetales: huevos, pescados, frutos secos, legumbres, lácteos…y carne, por supuesto.
La carne es uno de los alimentos proteicos más ricos y de más fácil asimilación. Y antes que alguien me diga «las legumbres tienen más proteína o la misma que la carne» te digo:
100 gr de ternera cruda = 20 gr de proteína
100 gr de garbanzo seco = 19’30 gr de proteína
Casi igual, ¿no? Pero pasa que no comes cien gramos de alimentos. En el caso de la carne solemos pensar en raciones de 125 gr (habrá alguien por ahí que coma más, lo sé), y la ración de garbanzos, que triplica su peso en seco, suele ser de unos 70 gr. Así quedamos que, en la práctica:
125 gr de ternera cruda = 25 gr de proteína
70 gr de garbanzo seco = 13’5 gr proteína
La solución en las dietas sin proteína animal pasa por aprender a comer más cantidad, y enriquecer todas las recetas en otras proteínas vegetales.
Estamos destrozando el planeta:
Sí, es cierto, los seres humanos arrasamos con todo…desde que aparecimos por aquí. Parece ser que a medida que íbamos avanzando hacia nuevos territorios se iban extinguiendo, paralelamente, otras especies animales. ¿Casualidad? Ni de coña.
En el sistema actual una ganadería se asemeja más a una cadena de montaje y eso, obviamente, no es nada sostenible. Además de desperdiciar recursos. Pero las «fábricas de carne» no son la mayor causa contaminante del planeta.
El último boom que podíamos leer por doquier era bajo el titular «La ONU recomienda dejar de comer carne para evitar el calentamiento global». Como siempre, los titulares sensacionalistas nos muestran sólo un perfil de la realidad.
El informe, en realidad es de la IPCC, no de la ONU, y propone diversas estrategias para retrasar el cambio climático. Entre ellas, moderar el consumo de carne, que tiene más que ver con el despilfarro alimentario que con su consumo, replantar territorios deforestados, mejorar las condiciones de la agricultura convencial, etc.
El problema no está tanto en el consumo de carne, sino lo que implica la sobreproducción de la misma. Sé consciente y responsable con tu planeta igual que con tu cuerpo. Y ya.
Entonces, ¿comer o no comer carne?
Tanto por la salud del planeta como por la tuya misma, puedes o no comer carne. ¡Recuerda que eres omnívora y esto significa que tienes muchas formas de adaptarte al medio y sobrevivir! Esto será una decisión tuya y yo no tengo nada que decir. Como nutricionista, me aseguraré que obtengas todos los nutrientes y que tu pauta esté bien equilibrada, pero comer o no comer carne, lo eliges tú.
Si gozas de buena salud yo te diría: Sigue una dieta bien elaborada, con un alto porcentaje en vegetales, algunas grasas y moderada en proteínas animales o vegetales.
Si padeces alguna enfermedad crónica o algún síntoma de esos que nos acompañan toda la vida, sin duda lo mejor es que te dejes aconsejar por un nutricionista actualizado (como yo ;P), que te elabore un plan adecuado a tu situación y también a tus gustos y sensibilidades.
¿Sabes qué me pasó a mí?
Hace más de diez años, en la búsqueda de la dieta perfecta para mí y sostenible para el planeta llegué a una dieta vegetariana que incluía algún huevo y algún lácteo. Estuve unos 6 años con esta alimentación, por salud pero también por ética y amor.
Mi alimentación se basaba en cereales en cada ingesta, legumbres, verduras, frutas, frutos secos y alguna proteína de fábrica. Te diré que comía más procesados que ahora, y menos verdura también. Que una galleta sea vegana y un nugget lleve tofu en lugar de carcasas de pollo no lo convierten en saludables. Y los sucedáneos proteicos, como el ahora famoso Beyond Meat, son una procesión infinita de ingredientes, saborizantes y aditivos varios.
Tengo psoriasis.
Me costó mucho entender que el tratamiento perfecto para mí, llamado Protocolo Autoinmune (tengo pendiente un artículo sobre este), e incluso el tipo de alimentación que me aliviaría esas terribles placas, contenía carne. Volver a comer carne fue duro, no te lo negaré.
Pero ¿sabes qué?, que hace ya unos 5 años que en mi cuerpo no he tenido una sola placa.
Y baso mi alimentación en muchos vegetales; más de la mitad de mi plato son verduras crudas y cocidas. Grasas buenas a diario como el aguacate, aceite de oliva, coco, frutos secos… Y mis fuentes proteicas son animales: huevos, pescado, carne; poca cantidad, pero en cada ingesta. Y en otras ingestas, yogures, quesos, almendras…y algún humus o hamburguesa caseros hechos con garbanzos o lentejas.
De cara al medio ambiente escojo:
– no consumir carne de animales criados intensivamente
– busco algún proveedor, si no de carne ecológica, por lo menos de pasto, para ayudar así a la pequeña empresa
– y que ese proveedor sea km0 (¿para qué voy a pagar por una carne que viene de la Chimbamba si en mi pueblo hay ganado para todos?)
– me como todo el animal (aprovechar sólo los mejores cortes es de lo más insostenible. En casa comemos menudillos, hacemos caldo de los huesos, etc.)