¿Tu estado de ánimo condiciona tu alimentación o tu alimentación modifica tu estado de ánimo? Ambas respuestas son correctas y en este vídeo te comparto sobretodo cómo tus alimentos pueden determinar tus emociones. Al final del vídeo te propongo un ejercicio de...
5 tips de la dieta cetogénica (parte 1)
Ceto, cetogénica o keto
No te me alarmes. Si estás algo puesta en este sarao, seguramente el nombre «dieta cetogénica» como mínimo te sonará. Si estás flipando pepinillos, tranquila: no te voy a vender ninguna dieta de moda. Sigo siendo yo, la nutricionista anti-dietas. Pero es que últimamente se habla mucho en las redes sobre una tal «dieta cetogénica, ceto o keto», e incluso he visto que la anuncian como la panacea anti-cáncer y anti-todo.
Así que, aquí vengo yo, a explicarte de una forma muy sencilla qué es la dieta cetogénica y por qué se habla tanto de ella. Como ya me conozco y tu a mí también, he decidido hacer el post en 2 partes, para que no nos den las uvas con la lectura… Porque escribir de esta dieta, da para mucha tecla.
Carbohidratos vs. grasas:
Tú, yo, y todo hijo de vecino disponemos de 2 fuentes principales de energía: la glucosa y la grasa. Cuando comes hidratos de carbono, el cuerpo los metaboliza en glucosa. ¡Pero para ello también gasta mucho! Así que, para generar energía, gasta mucha de la misma. La glucosa nos permite conseguir un pico de energía en un momento dado, cuando lo necesitas, pero nos consume mucho. Y que ésta sea nuestra principal fuente de energía nos agota (y nos obliga a estar comiendo cada dos por tres).
La segunda fuente energética son tus grasas (ácidos grasos). De esta ruta metabólica se obtiene mucha más energía, constante y de larga duración. Así que las grasas son una fuente energética más lenta pero más eficiente que los hidratos de carbono.
Entendido este pequeño paréntesis, ¿en qué consiste la dieta cetogénica? Pues precisamente en reducir el consumo de hidratos de carbono e incrementar el consumo de grasas buenas, a fin de forzar al organismo a quemar grasa. O sea, que la grasa sea tu combustible. Parecida a la dieta paleo, pero con unas proporciones mucho más escandalosas (esto ya te lo explicaré la semana que viene en la Parte 2).
Tip 1- Adelgaza:
Aunque no sea una dieta propiamente dicha para adelgazar, el hecho de que enseñes a tu metabolismo a combustionar grasas en lugar de depender del aporte de glucosa constante, lleva como efecto secundario, la pérdida de peso. Obvio: si quemas grasas, pierdes peso. Además, hay muchos estudios que comparan estrategias de pérdida de peso mediante dietas hipocalóricas y dietas cetogénicas, y parece que en estos últimos casos, se consigue más estabilidad en esa pérdida de peso. O sea, si pierdes peso mediante una keto, raro es que lo recuperes.
Tip 2- Mejora tu rendimiento deportivo:
Si usas tus grasas como fuente energética de tus entrenamientos, obtendrás una energía de mejor calidad (algo así como comparar gasolina y diésel en tu coche), la recuperación será mucho más rápida y, además, no tendrás que ir repostando cada 2 por 3. Comerás menos veces y obtendrás un rendimiento superior.
Tip 3- Mejora la inflamación:
Cuando tu cuerpo funciona de manera cetogénica, los niveles de citoquinas inflamatorias (estudio) bajan. La inflamación, ya te he contado muchas veces que es más o menos el quid de la cuestión. Cada vez que comes, te inflamas o te desinflamas. E inflamarte supone problemas de salud, desde sobrepeso, alergias, migrañas y trastornos metabólicos más heavies.
Tip 4- Anti-cáncer:
Buf, lo he tenido que soltar… Supongo que por eso está siendo famosilla la keto… No te creas a nadie que te quiera vender la moto de que una dieta tal o cual te protegerá del cáncer. A estas alturas ha quedado claro que es algo más complicado que eso, ¿verdad? Lo que sí es cierto es que las células cancerígenas se pirran por el azúcar, y se ha visto, por lo tanto, que algunos tumores llegaban a morir (de hambre) al eliminar la glucosa y utilizar la grasa como fuente energética.
Sin duda es una estrategia interesante y lógica. Además se suele experimentar más vitalidad y claridad mental….
Y me quedo el tip 5 para la semana que viene, que te será menos curioso, pero mucho más útil.
¿Conocías la dieta cetogénica? Si la has probado o has experimentado con ella, ¡no dudes en comentarlo para ilustrarnos a tod@s!
Cómete tu ansiedad
Tu plan B de menú saludable
Lo ideal, ideal, ideal, ya sabemos lo que es. O por lo menos, lo que queremos que sea. Pero la vida a veces tiene otros planes y, antes de que la improvisación te lleve a tomar decisiones poco sanas, te invito, en este vídeo, a que tengas tu plan B.
Permeabilidad intestinal
En nuestro intestino existe una barrera intestinal en forma de microvellosidades, donde reside nuestra microbiota (esas bacterias amigas que viven en nuestro interior). Por debajo de esta microbiota se encuentra el acceso que va a permitir la absorción de los nutrientes que provienen de los alimentos digeridos, y además nos protege del exterior. La jefaza de todo esto es la Celulina, encargada de abrir los canales para que las vellosidades intestinales funcionen correctamente. ¿Qué pasa si la Celulina está por ejemplo, hiperactiva? Eso es lo que se llama permeabilidad intestinal o síndrome del intestino permeable.