Cómo empezar un menú antiinflamatorio en 3 pasos

Cómo empezar un menú antiinflamatorio en 3 pasos

La inflamación crónica es silenciosa, pero puede estar detrás de cansancio constante, dolores digestivos, problemas de piel o falta de energía. La buena noticia es que la alimentación juega un papel clave: lo que eliges poner en tu plato puede ayudarte a reducir la inflamación y sentirte mejor en tu día a día.

Si nunca has seguido un menú antiinflamatorio, empezar no tiene por qué ser complicado. Hoy te muestro 3 pasos sencillos para iniciarte en este estilo de alimentación saludable y sostenible.

1. Llena tu plato de vegetales frescos y de temporada

Los vegetales son la base de cualquier menú antiinflamatorio. Aportan fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a modular la inflamación.

  • Prioriza verduras de hoja verde (espinacas, kale, acelgas).

  • Añade crucíferas como brócoli o coliflor.

  • Incorpora colores variados (pimientos, calabaza, zanahoria, remolacha).

👉 Regla sencilla: la mitad de tu plato debería estar cubierta de vegetales.

2. Elige proteínas de calidad en cada comida

La proteína es clave para la reparación muscular, la saciedad y el equilibrio hormonal. Además, ayuda a evitar picos de glucosa que favorecen la inflamación.

Algunas buenas opciones:

  • Pescado azul (salmón, sardinas, caballa).

  • Huevos.

  • Legumbres.

  • Pollo y pavo de buena calidad.

👉 Consejo práctico: piensa primero en tu proteína y organiza el resto del plato a su alrededor.

3. Sustituye los ultraprocesados por grasas saludables

El gran enemigo de la inflamación son los ultraprocesados ricos en azúcares, harinas refinadas y grasas trans.

En su lugar, incorpora:

  • Aceite de oliva virgen extra.

  • Frutos secos naturales.

  • Aguacate.

  • Semillas (chía, lino, sésamo).

👉 Un pequeño cambio diario (como cambiar una galleta industrial por un puñado de nueces) puede marcar una gran diferencia a medio plazo.

Empieza hoy mismo

No necesitas hacer un cambio radical de un día para otro. Basta con aplicar estos tres pasos y repetirlos hasta que se conviertan en hábito. Con el tiempo, tu cuerpo lo notará: menos inflamación, más energía y un bienestar duradero.

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