Qué esperar de tu nutricionista

Qué esperar de tu nutricionista

Se busca nutricionista

Llega el buen tiempo, empiezas a lucir palmito, a recuperar la ropa del verano pasado y… ¡horror! necesitas urgentemente bajar de peso.

Esto es típico, ¿a que sí? Y es e primer error cuando buscas un nutricionista: en realidad estás buscando una solución a esa imagen que está en el espejo y no te gusta, o no cumple las expectativas.

Y además, como estamos acostumbrados a que todo es para ya, rápido, inmediato, que no hay tiempo que perder, en este caso buscas que la solución a esos quilos de más sea también rápida, para ya, que tienes planes (una boda, un día de playa, un planazo… quién sabe).

Fíjate que esa forma de solucionar las cosas requiere de una actitud pasiva, receptiva. Estás buscando que una dieta, una nutricionista (algo que viene de fuera) te solucione tu problema.

¿Lo pillas?

Toma las riendas

Si quieres de verdad sentirte a gusto con tu cuerpo, busca en tu nutricionista a alguien que te muestre el camino, que te acompañe, pero que no te ordene qué tienes que hacer, ni mucho menos te prohíba comida. Esto no va de «ordeno y mando», si no de descubrir juntas qué habitos de vida (alimentación, actividad física, sueño…) son coherentes con tu realidad y puedes sostenerlos en el tiempo fácilmente.

A menudo cuando estoy con amigos alguien suelta el chiste típico «como me vea mi nutri…» agarrando una cerveza, unas patatas bravas o esa comilona que le está esperando. Ja, ja. Como si yo no tuviera nada más que hacer que regañar a mis clientes… No gracias.

Lée bien: eres tú quien tiene que responsabilizarse, tomar las riendas, y tomártelo como un aprendizaje para mejorar tu versión.

De otra forma, eso será otra vez más la típica dieta que tarde o temprano vas a abandonar. Y ya sabes lo que pasa con las dietas que empezamos y acabamos… Que todas nos dejan unos quilos de más (sí claro, los recuperas todos y alguno de gratis) y la autoestima por los suelos.

Los 2 pilares de mi consulta

Yo quiero ayudarte, eso está claro ¿verdad?

Pues después de más de 16 años de experiencia en consulta, de aprender de los errores, de estudiar, de ver qué funciona y qué no, etc. los últimos 5 años siento orgullo de cómo se trabaja en mi consulta. Algo así como si hubiera encontrado mi fórmula. Aún así, no porque haya encontrado mi «consulta perfecta» la dejo ahí, sino que sigo en constante mejora y evolución.

1- Conocimiento:

Esto es algo primordial. ¡Madre mía si la ciencia de la nutrición cambia casi de un día para otro! Bueno, ahí exagero, pero vamos, que lo que yo estudié en la carrera hace ya casi 20 años está prácticamente todo obsoleto. Es necesaria y urgente una actualización en cursos, libros y artículos de  nutrición. Y también, porque la obesidad no es sólo fisiología y calorías sino muchísimos otros factores, es interesante que tu nutricionista sepa «de otras cosas», porque todo suma y todo está relacionado. (Un día te contaré a qué me refiero con «otras cosas»…).

2- Acompañamiento:

Esto fue de lo primero que aprendí: si el contacto con el cliente se limita al día de la sesión, y esta sesión tiene una frecuencia quincenal, ¡o mensual!, lo has perdido. Lo que pasa entre sesión y sesión es casi más importante que lo que se hable en las sesiones. Por ello en mi consulta hacemos sesiones vía Zoom, donde trabajamos con herramientas de coaching nutricional (son sesiones de trabajo, nada de pesar y dar una dieta) y mi cliente tiene acceso a una app que nos permite estar en contacto diario. Eso lo hace por la opción de chat directo conmigo, pero también porque todo lo que escriba en la app (lo que come, cuando entrena, etc.) lo veo al instante y lo puedo comentar. Y de igual forma, lo que yo le recomiendo, mi cliente lo ve ipso facto en su aplicación.

Pongo verdaderamente esfuerzos en mejorar estos dos pilares; mis conococimientos y la calidad de mi acompañamiento.

¿Vas a ponerte a dieta otra vez?

Por milésima vez:las dietas no funcionan.

Pero no funcionan por lo que te he explicado arriba de este artículo: porque la solución no tiene que venir del exterior, sino de ti.

Conmigo trabajaremos la creación y consolidación de hábitos saludables, la eliminación de aquellos hábitos que te hacen daño o que quieres fuera de tu vida, te ayudaré a marcarte objetivos, a alimentarte de forma acorde con las necesidades de tus genes, pero también de tus gustos, tu forma de cocinar, tu entorno… Te ayudaré a organizarte y a sacar todo tu potencial.

Vamos a crear jutnas esa fórmula perfecta, pero aún así flexible, para que estés y te sientas sana, hermosa y merecedora de una vida plena.

¿Estás lista? Puedes ver qué hay más en mi página de servicios, reservar una sesión gratuita conmigo para ver si conectamos o escribirme a contact@martamatocoach.com.

Un abrazo, preciosa 😉

¿Fruta antes o después de las comidas?

¿Fruta antes o después de las comidas?

Esta es casi la pregunta del millón. Y no caduca. Quiero decir, que lo mismo la escucho ahora que tenemos tantísima información (buena y mala, que para eso hay tanta) como hace 20 años cuando estaba terminando la carrera..
El otro día me la volvieron a preguntar. Y me dije «oye Marta, grábate, y así difundes tu respuesta por doquier». Y eso hice.

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Desayuno. Café a prueba de balas.

Desayuno. Café a prueba de balas.

Quizá te suena de haberlo visto por redes sociales. O te lo ha contado tu compi de gimnasio. O lo has probado ya. O te da la sensación que te estoy hablando en chino. Café bulletproof, conocido también como «a prueba de balas».

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Desayuno. Yogur con granola

Desayuno. Yogur con granola

En este blog ya tienes varias entradas sobre los mitos que rodean el concepto del desayuno (aquí), y algunas ideas para que rompas el ayuno nocturno (aquí). Pero hoy se me ha ocurrido abrir dentro de la categoría de «Recetas», una exclusiva para los desayunos. Así que hoy te presento mi desayuno más habitual este verano: Yogur con granola.

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¿Cómo acabar con la celulitis?

¿Cómo acabar con la celulitis?

¿Cómo acabar con la celulitis?

No lo sé, la verdad. Pero, ¿quiero acabar con ella? Photoshop y las revistas nos han enseñado que la celulitis es fea, que las chicas guapas tienen unos glúteos firmes, lisos y redonditos. Pero ¿a cuantas mujeres conoces con un pompis así? En serio, ¿has visto alguna vez, en la vida real, un trasero redondito, duro y liso?

Yo no. Será que mi vida real es «demasiado real»…;P

Vamos por partes: ¿qué es la celulitis?

Y lo más importante, ¿por qué nos ha tocado este boleto a las mujeres?

Evolutivamente hablando, las mujeres nos encargamos de crear vida. Llevar una criatura dentro durante 9 meses y después alimentarla durante 24 meses más con nuestra leche, requiere de un gran gasto energético. Es por ello que las mujeres acumulamos grasa como fuente energética que usaremos en la procreación.

¿Has visto? Ya puedes sentirte en paz con tus michelines: Darwin dice que los necesitas.

Esta grasa femenina se acumula en los glúteos y muslos, lo que no la confiere como peligrosa (en comparación a la grasa abdominal más típica de los hombres y que está realcionada con enfermedades cardiovasculares). Es un tipo de grasa que se situa entre la piel y el músculo, y tiene esa apariencia de «bultitos» o piel de naranja.

Debajo de la capa externa de la piel (la epidermis), encontramos la dermis, la grasa  subcutánea, y el músculo. Una secuencia de fibras de colágeno es lo que «ata» la dermis al músculo y esta tensión a lo largo de la piel es lo que genera la celulitis.

Factores que determinan si tienes o no celulitis

Por lo tanto, que luzcas o no esos bultitos en tus glúteos dependerá de varios factores:

  • Exceso de grasa corporal. Cuanto más sobrepeso y más grasa acumules en los glúteos, más se tensarán las fibras de colágeno (conectores) y más se notarán los bultitos.
  • Si estas fibras de colágeno son muy rígidas, tienen menos capacidad de estirarse. Si es tu caso tendrás celulitis incluso si tienes poca grasa. 
  • El músculo: es nuestra estructura. Si nuestra estructura (músculo) es grande, habrá más firmeza y será menos visible la celulitis.
  • La piel: cuanto más gruesa tengas la piel, aparenta más firme. 

¿Cómo acabar con la celulitis?

Repito, no lo sé. Pero si se trata de cuidar de mi porcentaje de grasa corporal, mis fibras de colágeno, mi masa muscular y mi piel, me hago una ligera idea.

Así que se me ocurren varios puntos:

Opto por una alimentación de estilo anti-inflamatorio, con abundancia de vegetales, tubérculos, y grasas saludables. Todo sea por tener un porcentaje graso sano y unos conectores elásticos.

Ahí añado también una dosis diaria de ácidos grasos omega 3, ya sea con boquerones, salmón, huevos y carne de pasto, o bien con mi amor incondicional por las Beyond Omega (aquí te conté porqué me gustan tanto).

Trabajo mi músculo sin miedo a ponerme cachas (ni que quisiera asemejarme a Conan el Bárbaro no sería tan fácil) con ejercicios de fuerza y de entrenamiento funcional. ¡Larga vida al músculo, de verdad! Por el bien no sólo de nuestra celulitis sino también de nuestra estructura ósea, que con la edad se va debilitando.

Y cuido mi piel, además de con esa dosis diaria de antioxidantes y omega 3, con el Overnight Body de Ringana. Hace poco que lo uso pero me gusta porque he convertido esa «obligación» rutinaria en un ritual de autocuiddo diario para pasar un ratito conmigo misma. Me encanta.

¿Funciona? Que no lo sé, insisto. Pero eso es lo que yo hago. Y lo hago desde el respeto y desde una postura amable conmigo… Nada de odiar ninguna parte de nuestro cuerpo ok?

¿Cómo le hablas tú a tu cuerpo? ¿Has luchado alguna vez contra la celulitis? 

¿Cuál es la dieta más saludable?

¿Cuál es la dieta más saludable?

La mayoría de personas que llegan a mi consulta tienen como objetivo perder peso o bien mejorar un estado patológico de su cuerpo. Juntos creamos una estrategia que le ayude a alcanzar sus objetivos, y que eso conseguido, se quede ahí, o sea, que sea una fórmula sostenible (con su vida, sus necesidades, su entorno). Al final, todos, deseamos llegar a una dieta saludable. ¿Pero qué es exactamente una dieta saludable? Porque se habla mucho, se dice… pero en abstracto y sin fundamentos. Por ejemplo, una dieta vegetariana y exenta de carne puede ser saludable o nefasta. Una dieta mediterránea puede ser muy bien estructurada pero fatal para tu salud emocional si es muy estricta. 

Entonces, vayamos por partes: 

Qué no es una dieta saludable:

La dieta conocida como la de la cafetería, o sea, harinas refinadas, azúcar, grasas hidrogenadas y procesados. Eso sabemos seguro que aunque nos ahorra tiempo y en algunas ocasiones dinero, es la causa de la inflamación de bajo grado, de permeabilidad intestinal, de obesidad y de un sinfín de patologías y enfermedades metabólicas.

A día de hoy sabemos que los alimentos o productos que peor nos sientan son los ricos en azúcares añadidos. Poco te sorprendo con eso, lo sé. Puntualicemos además que no sólo hablamos de bollería y pasteles, sino también de las alternativas al azúcar que parecen más sanas: siropes, azúcar moreno… (parecen pero no son).

En segundo lugar, todos los estudios y metaanálisis consultados refieren al grupo de los cereales como responsables de la inflamación. No sólo el gluten es el que nos puede provocar alteraciones digestivas e inmunológicas, sino el trigo y en menor grado, la mayoría de cereales. Sean integrales o no, nos aportan energía, algún mineral, pero también su parte menos amistosa: antinutrientes como lectinas y saponinas, de gran poder inflamatorio. Eso no quiere decir que estén prohibidos, pero ni mucho menos deberían de ser nuestra fuente principal de energía.

En tercer lugar, los lácteos principalmente de la gran industria alimentaria, también pueden alterar nuestra flora intestinal. Aquí cabría puntualizar mucho, ya que obviamente no es lo mismo un vaso de leche que un yogur; ni es lo mismo un yogur de una gran marca, que uno de una granja pequeña del Pirineo.

Características de una dieta saludable:

Si hacemos caso de Darwin, para saber cuál es nuestra alimentación adecuada deberíamos de fijarnos en aquella que nos ha ayudado o asegurado a sobrevivir como especie y encima, a evolucionar hasta este punto. ¿Verdad? Bien, pues la pregunta del millón: Hasta hace un siglo, ¿cómo nos hemos alimentado durante 315 mil años de evolución como Homo Sapiens?

Eso reduce nuestra alimentación a un porcentaje muy pequeño de lo que encontramos en el supermercado: ni cajas altas en proteínas, ni paquetes bajos en sal, ni tetra briks enriquecidos con calcio. No, nuestra alimentación más pura, más elemental, la que nos ha hecho ser más inteligentes, y nos ha colocado en la punta de la escala evolutiva, se basa en los vegetales (gran cantidad de vegetales), proteínas animales pero también vegetales y grasas naturales como el aceite de oliva, los frutos secos, aguacate, pescado azul…

Nuestra alimentación, sea cual sea tu objetivo, debe de partir de esta base: verdura y fruta, proteína de alta calidad y grasas sin miedo. A partir de ahí, modificamos, detallamos, enriquecemos según tu meta. Pero la base es esa.

Así es Nutrihelp por dentro

Así es Nutrihelp por dentro

Gestando la idea

Hace unos meses, cuando todavía nos encontrábamos brindando con cava por el año que acabábamos de estrenar, y nos marcábamos una vez más los mismos objetivos de siempre, tuve una idea. Fue una idea como pocas, brillante, pero todavía sin forma; un diamante en bruto.

Tras meses de trabajo, de reuniones, de pruebas…a mediados de junio pude lanzar por fin el servicio por el que tanto había estrujado mis neuronas: Nutrihelp.

Y quiero contarte cómo nos ha idoa las 20 personas más una (yo) que hemos estado dentro.

La realidad

Aunque el sueño de toda nutricionista es que la consulten para cambiar hábitos, la realidad es que lo que solemos oír de bote pronto, aunque luego salgan más cosillas, es «quiero perder peso». En Nutrihelp los objetivos de las personas apuntadas eran tres:

1- El 90% se apuntaron para perder peso.

2- Un 25% deseaba organizarse y comer sano.

3- El 65% acudía con problemas digestivos y buscaba una solución.

Y aunque agosto es un mes que no nos lo pone muy fácil para ninguno de estos tres propósitos, en estos dos meses y medio muchas personas nutrihelpers han conseguido sentirse más deshinchadas, han perdido volumen sobre todo de cintura y cadera (alguna me comenta que se ha podido poner ese tejano que todas hemos guardado alguna vez «para cuando pierda peso»). Prácticamente el total de las inscritas ha mejorado sus digestiones y estamos aprendiendo a organizarnos mejor. ¡Incluso hemos hecho un pequeño intento de batch cooking!

Lo que nos cuentan las nutrihelpers

Los dos aspectos que más valoran las nutrihelpers hasta el momento son:

1- El sistema por aplicación móvil. Se «ahorran» desplazamientos, acudir a la consulta (aunque si lo desean y necesitan tienen la opción de hacer sesión online conmigo, pero mucho más económica que las consultas habituales). Además en la misma app podemos chatear, ingresar el peso, el diario de alimentos, la actividad física, y por supuesto, consultar el menú y las recetas. Una aplicación súper completa.

2- El trato directo conmigo. Mi atención es algo en lo que pongo especial hincapié y eso las nutrihelpers lo han notado. Agradecen disponer de un chat para contactar conmigo, resolver dudas o simplemente contarme sus propósitos, en cualquier momento.

En este punto, contarte que como he dicho muchas veces, Nutrihelp no es una mera aplicación de dietas. Nutrihelp soy yo en formato app. Es tu nutricionista y coach nutricional en tu bolsillo.

En petit comité

Por este motivo, porque detrás de cada menú y cada respuesta estoy yo, las plazas son limitadas. Las inscripciones se abren sólo dos días al mes y siempre y cuando haya plazas disponibles. Por ejemplo, en agosto no abrí las inscripciones para septiembre porque el cupo estaba completo…

¿No te parece un sistema increíble? Si estás cansada de dietas milagro y tonterías, y quieres de verdad empezar a comer sano, necesitas perder peso y/o mejorar tus digestiones, ¡atenta a la fecha de apertura de plazas!

Y si eres una de las que ya está dentro, ¡no te cortes! cuéntanos tú misma en comentarios y comparte tu experiencia ;).

Cocinar recuerdos

Cocinar recuerdos

Cocinar es, indudablemente, una forma de amar.
Si alguna vez me has leído sobre cómo escogemos nuestros alimentos según nuestro estado de ánimo (¡hola, comer emocional!), hoy aquí lo escribo al revés: cómo lo que comemos nos emociona.

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¿Fruta antes o después de las comidas?

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La difícil hazaña de comer sano

La difícil hazaña de comer sano

Todo lo que necesitas saber en tu andadura de la vida sana

Porque estoy segurísima que estás hecha un lío. Entre lo que lees por internet, las redes sociales (¿desde cuándo es ético dar consejos nutricionales por Instagram?), los libros, tu vecina, el programa de la TV, la dependienta del herbolario que sabe un poco de dietas, la vendedora de Herbalife que se ha sacado un máster de 1 día en experta en nutrición, y un larguísimo etcétera, estás hecha un lío.

No me extraña. Una profesión tan compleja y antigua como reciente (estamos en pañales aún…) que nos obliga a todos nosotros a estar en constante actualización, y ¡salen expertos hasta debajo de las piedras!

Así que si acabas de aterrizar aquí buscando la verdad, «con fundamento», como decía Arguiñano, es decir, qué hay de nutrición actualmente con una base de evidencia científica coherente…

…o si aterrizas aquí porque vamos a empezar a trabajar juntos en consulta, empieza por aquí.

Esta es una recopilación de todos los artículos que he escrito acerca de la dieta y alimentación para empezar en esta hazaña. Puedes clicar el título de cada uno de ellos para saber más:

 

  • Come grasa y sé feliz: La grasa no engorda. Lo primero que tienes que entender es por qué engordas. Tu cuerpo almacena energía en forma de grasa cuando comes en exceso. Pero esa grasa que fabrica tu cuerpo como reserva energética, no proviene únicamente de la grasa ingerida, sino también de otros nutrientes energéticos, principalmente, carbohidratos.
  • 3 puntos clave para mejorar tu estilo de vida: Seguro que quieres hacer más deporte. O quizá sientas que necesitas alimentarte mejor. En definitiva, no acabas de estar a gusto con el estilo de vida que llevas. Pero, ¿sabes exactamente cómo conseguir ese estilo de vida saludable? Porque dicho así, parece que es algo casi abstracto; algo que todos queremos conseguir pero no sabemos qué acciones concretas tomar para llegar al mismo. Te cuento en qué 3 pilares debes focalizarte para ir desgranando acciones que te ayudarán a ser esa healthy people que deseas.
  • 5 pensamientos que debes evitar cuando te pones a dieta: Ponerse a dieta no mola. Conozco personas que siempre que las veo “están a dieta”. Algunas, te lo prometo, incluso lo disfrutan. Es como si les gustara estar al día con las modas dietéticas de las famosas. Yo no le acabo de ver la gracia, la verdad. Pero bueno, la cosa es que esas personas son las menos. Las que más, son el resto: personas, la mayoría mujeres, que siempre se ponen a dieta y fracasan.
  • ¿Por qué no adelgazo? Esto es un no parar. Empiezas en la adolescencia, o sobre los veintipico, o en la treintena…y toda la vida estás a dieta. Ojo, hablo sólo o principalmente de las mujeres. Quizás has probado ya de todo, batidos, detox, y dietas con nombres de lo más variopintos. En el restaurante siempre te pides ensalada y, a lo sumo, algo de plancha de segundo. Y no adelgazas ni a tiros.
  • 5 tips para sanear tu dieta:  tú, que lo único que quieres es estar sano, comer equilibrado y asegurar una buena alimentación a tu familia… ¡no sabes qué corriente o moda seguir! Que si dieta macrobiótica, que si paleo, que si vegana… Bueno, olvídate de todo eso. Hoy te voy a explicar 5 sencillos tips para convertir tu dieta, sea cual sea, en una súper dieta.
  • Las dichosas calorías: Contarlas es más inútil que el abre fácil de la leche. Así bien claro te lo cuento. Y no exagero. Apuesto a que el mes de enero, y pisándole los talones el melancólico septiembre, es el mes que más etiquetas se leen en el supermercado. De verdad, fíjate cuando vayas a hacer la compra. Pocas personas son las que se dedican a intentar descifrar los enigmas que vienen escondidos en los envases de aquello que va a servirles de sustento… Pero de las pocas que hay, ahora, en enero, se multiplican. Y sólo leen una cosa: calorías. Las dichosas calorías.
  • 5 mitos nutricionales que te enfermanAlguna vez ya te he contado que en algunas cosas, la hemos cagado. Con tanto nutricionismo y tanta estrechez de miras, hemos sentenciado y llegado a conclusiones erróneas. Lo peor, es que estas conclusiones y mitos, están tan extendidos entre la población que cuesta corregirlos. Lo mejor, es que aquí estamos unos cuantos nutricionistas dispuestos a todo para mostrarte la verdad. Y como más de una persona pensará que todo esto es un lío, que cada uno dice sus teorías (lógico), no hablo yo: hablan los muchísimos estudios que, a día de hoy, demuestran que esos mitos son, sólo eso, mitos
  • ¿Comer 5 veces al día? Pues si comes 5 veces al día… envejecerás. ¿A que no te esperabas eso? ¡Pero si precisamente eso es lo que dice todo el mundo! ¡Todos sabemos que tenemos que comer 5 veces al día para estar sanos! ¿Verdad? Bueno, pues yo te pregunto: y si no, ¿qué? ¿Qué pasa si comes, por ejemplo, 4 veces al día? ¿O 3? Comer 5 veces al día es uno de los mitos alimentarios que está más profundamente arraigados en la población. Y no está suficientemente justificado.

Porque sea cual sea tu objetivo, mejorar tu salud, sentirte fuerte y vital con un peso saludable o bien cuidar de tu cuerpo y tu mente como puro acto de amor hacia tí mismo, hay dos factores determinantes en esta hazaña:

1- Conocimiento. Como dijo Mafalda, «vivir sin leer es peligroso; te obliga a creer en lo que te digan».

2- Perseverancia. La motivación está sobrevalorada, pues no es ella quien te mantendrá a flote. Sólo la constancia de tus nuevos hábitos repetidos una y otra vez hará posible que consigas tus objetivos.

En este punto (así como en el primero), yo te puedo ayudar tanto trabajando desde mi consulta como con mi servicio de aplicación móvil Nutrihelp.

Cuéntame, ¿cuántas de estas evidencias te ha sorprendido?

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